Santuario no es visitado por un emperador japonés desde hace 40 años
El santuario de Yasukuni es una fuente de conflictos con China y Corea del Sur pues en él se rinde culto a 14 criminales japoneses de la II Guerra Mundial. Cada vez que un ministro de Estado lo visita provoca las protestas de Pekín y Seúl.
En Yasukuni se honra a 2,4 millones de japoneses caídos en defensa de su país.
La idea de separar a los criminales de guerra del resto está ganando apoyo, según Mainichi Shimbun.
15 sucursales prefecturales de Nippon Izokukai, una asociación de familiares de los muertos de guerra, apoyan la iniciativa, mientras que cuatro están en contra.
Una de las divisiones que está a favor, la de Fukuoka busca que la propuesta conquiste más apoyo para que la asociación, de manera oficial, solicite a Yasukuni la separación de los criminales de guerra.
Yasukuni sostiene que es imposible hacerlo, pues una vez que alguien está consagrado no se puede removerlo.
Sin embargo, los impulsores de la idea esperan influir en las autoridades del santuario para que criminales como el primer ministro japonés durante la guerra, Hideki Tojo, sean consagrados en un sitio aparte.
Los resultados publicados fueron fruto de un sondeo llevado a cabo por la sucursal de Fukuoka. De las 46 requeridas, solo 19 respondieron a tiempo.
De los 15 que están a favor de la propuesta, once la apoyan plenamente, mientras que las otras cuatro lo hacen con ciertas condiciones.
La última vez que un emperador visitó Yasukuni fue en 1975, cuando lo hizo Hirohito.
En una convención realizada el lunes, la sucursal de Fukuoka hizo hincapié en que consagrar en Yasukuni a los 14 criminales de guerra es un factor de perturbación e impide que sea visitado por el emperador. (International Press)
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