La reciente retirada de la demanda del comediante y presentador japonés Matsumoto Hitoshi contra la revista de investigación Shukan Bunshun ha dejado muchas preguntas abiertas en Japón. El artista de 61 años, miembro del dúo cómico Downtown y uno de los rostros más reconocidos de la televisión japonesa, había emprendido acciones legales en respuesta a un reportaje que lo acusaba de comportamiento inapropiado hacia una mujer en una fiesta en 2015. La revista, en sus ediciones impresa y digital, afirmó que Matsumoto habría obligado a la mujer, conocida como A-san, a participar en actividades sexuales en contra de su voluntad.
La disputa comenzó en diciembre del año pasado, cuando Shukan Bunshun publicó que, durante una fiesta en un hotel de lujo en Tokio, Matsumoto habría presionado a A-san a participar en actos sexuales. El presentador respondió a través de una demanda por difamación, asegurando que no existía ninguna evidencia concreta que probara tales acusaciones. Sin embargo, la revista presentó en el tribunal una serie de mensajes de LINE en los que A-san narró a una amiga que la noche había sido «muy peligrosa».
En el mensaje, insinuaba que había logrado evitar una situación más grave gracias a su habilidad para manejar la situación con tacto. Aunque no mencionó haber sido forzada a tener relaciones sexuales, el tono del mensaje sugirió que pudo haber experimentado algún tipo de presión o coacción sexual. Este testimonio habría sido una de las principales evidencias en contra de Matsumoto, lo que llevó a sus abogados a considerar que las probabilidades de ganar el caso se habían reducido.
Según fuentes cercanas, Matsumoto y su equipo legal solicitaron a la revista que publicara una disculpa oficial. En el borrador de esta declaración, que no llegó a ver la luz, la revista habría tenido que desmentir las acusaciones y disculparse públicamente por los daños a la imagen de Matsumoto. No obstante, ante la presión de las pruebas, Matsumoto optó por retirar la demanda y emitir una disculpa en la que reiteró la falta de pruebas concluyentes, pero lamentó el malestar causado a las mujeres involucradas en el caso.
La decisión de Matsumoto ha generado un debate en la sociedad japonesa, donde muchos de sus seguidores, así como personas de la industria televisiva, han expresado su apoyo para que el comediante continúe con su carrera. Sin embargo, algunos analistas sostienen que el paso atrás de Matsumoto en el caso podría interpretarse como una derrota moral, ya que los rumores en torno a la supuesta coerción seguirán empañando su imagen pública.
El abogado Yukio Kikuchi, en una intervención en el programa Akko ni Omakase de la cadena TBS, sugirió que la retirada de la demanda podría entenderse como una “derrota parcial” para Matsumoto, dado que no logró que la revista rectificara su publicación original. (RI/AG/IP/)
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