El candidato republicano, Joe Biden, logró el umbral de los 270 votos electorales para derrotar al presidente Donald Trump, un resultado que se espera reviva una relación estadounidense “más convencional y previsible” con Asia, ha comentado hoy el diario Nikkei.
Biden, que cumplirá 78 años este 20 de noviembre, será el presidente de mayor edad en llegar a la Casa Blanca, mientras que su compañera de fórmula, Kamala Harris, será la primera mujer afroamericana, hija de un inmigrante jamaiquino, en convertirse en vicepresidenta de la nación.
Una estrecha victoria en Pensilvania empujó al Biden a cruzar la meta del triunfo el sábado por la mañana tras una campaña marcada por las protestas contra la injusticia racial y la expansión del coronavirus.
Trump, que evitó usar la mascarilla para prevenir el virus, siguió adelante con los mítines de campaña. Varios de sus asistentes resultaron infectados, incluyendo al propio presidente.
Tras conocer el resultado favorable a Biden, Trump siguió con su estrategia: “El simple hecho es que esta elección está lejos de terminar”, escribió en Twitter.
“A partir del lunes, nuestra campaña comenzará a procesar nuestro caso en los tribunales para garantizar que las leyes electorales se cumplan plenamente y que el legítimo ganador esté sentado aquí”, manifestó.
Luego tuiteó: “GANÉ ESTA ELECCIÓN, POR MUCHO!”. Pero incluso antes de que Biden alcanzara los 270 votos electorales, el equipo de Trump ya estaba exigiendo un nuevo recuento en Wisconsin y había presentado demandas por el proceso de conteo en varios estados.
Entre tanto, en Asia los analistas dijeron que una victoria de Biden marcaría un represo a una relación más predecible con EEUU, a pesar de la “marca indeleble dejada por Trump, particularmente cuando se trata de China”.
“Creo que habrá algo de regreso a la normalidad, una actitud menos descaradamente irrespetuosa hacia los aliados y una hostilidad menos abierta hacia los rivales”, Koichi Nakano, profesor de la Universidad de Sofía citado por el diario Nikkei. “Pero no habrá un regreso completo al status quo anterior”, añadió.
Para el analista, Biden no podrá deshacerse de la política trumpista de aislacionismo y unilateralismo, y tampoco no querrá parecer “blando” con China.
Para otros especialistas, con Biden habrá un regreso al “multilateralismo y un enfoque para apuntalar alianzas desgastadas”. Pero con respecto a China, aún puede esperarse una “línea dura” porque los demócratas han actualizado sus puntos de vista sobre China en estos últimos cuatro años. Podría esperar una flexibilización de los aranceles, pero con una continuación de medidas no arancelarias y presión sobre la “integridad de la cadena de suministro y la propiedad intelectual”, dijo el Nikkei.
Es poco probable que Biden revierta algunas políticas hostiles de Trump hacia China, aunque puede inclinarse a involucrarse en temas conjuntos como el comercio y el cambio climático.
En el frente tecnológico, se ven pocas posibilidades de que EEUU se vuelva más amigable con las empresas chinas. “La sanción de EEUU contra Huawei tiene consenso bipartidista”, recordó Wayne Shiong, socio de la firma de capital de riesgo China Growth Capital.
En cuando a otros problemas de seguridad en Asia, como Taiwán y el tema nuclear en la península coreana, los analistas anticipan cambios sutiles que alinearían la política estadounidense con las normas pasadas.
Biden es conocido por su apoyo a Taiwán, incluida la venta de armas. Cuando Tsai Ing-wen, fue reelecta como presidenta de la isla en enero pasado, fue él quien tuiteó sus felicitaciones. Aunque se cree que no sería tan fuerte como Trump lo ha sido en su apoyo a Taiwán como Trump.
Tampoco se espera que el presidente electo de EEUU acose a Seúl y Tokio para aumentar el pago por el mantenimiento de las fuerzas estadounidenses estacionadas en la región. Mucho menos se contempla la idea de amenazar con el retiro de tropas estadounidenses de Corea del Sur como Trump lo sugirió.
En este ambiente, es difícil considerar a Biden cultivando la cercanía que Trump tuvo con el líder norcoreano Kim Jong Un, aunque el objetivo sea el mismo: lograr progresos concretos en la desnuclearización de la región. (Resumen International Press)
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