
Una red criminal japonesa especializada en el robo de vehículos de alta gama fue desarticulada en Osaka tras una larga investigación que reveló un sofisticado método para vulnerar los sistemas de seguridad. Las autoridades estiman que el grupo habría causado un daño económico total de unos 265 millones de yenes (más de 1,8 millones de dólares).
El principal sospechoso es Kanichi Nishiyama, de 59 años, sin domicilio fijo ni empleo, quien fue acusado formalmente por el robo de un automóvil valorado en 3,7 millones de yenes en julio del año pasado, en el distrito Suminoe de Osaka.
La policía informó que Nishiyama operaba junto a otros tres cómplices, y que entre 2019 y 2023 habrían robado vehículos de marcas como Lexus y Toyota Alphard en las prefecturas de Osaka y Hyogo, utilizando técnicas avanzadas para vulnerar los sistemas electrónicos de los autos.
Según las investigaciones, la banda empleaba un dispositivo conocido como “CAN Invader”, que se conecta al sistema interno de los vehículos y permite desbloquear las puertas sin forzar cerraduras. Este método explota vulnerabilidades del sistema de comunicación de a bordo (Controller Area Network), lo que elimina la necesidad de llaves físicas o duplicados.
Todos los sospechosos han reconocido los cargos en su mayoría, según fuentes policiales. La policía continúa investigando si hubo vehículos sustraídos en otras regiones del país con el mismo método. (RI/AG/IP/)
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