El 22 de enero, una persona anciana fue internada de emergencia en un hospital de la prefectura de Nara por una dolencia no relacionada con el Covid-19.
Sin embargo, como se hace con todas las personas que van a ser hospitalizadas, por precaución fue sometida a una prueba de coronavirus.
El test de antígeno arrojó un resultado negativo y los trabajadores médicos atendieron a la persona sin equipo de protección, revela Mainichi Shimbun.
Dos días después, un centro de salud público llamó al hospital para alertar de que en un hogar para ancianos donde había estado la persona se había detectado un caso de coronavirus, razón por la cual era posible que también estuviera infectada.
La persona anciana fue sometida a una prueba, esta vez de PCR, y el resultado fue positivo, tras lo cual fue trasladada a un ambiente para pacientes infectados.
En los días posteriores, los médicos y enfermeros que habían estado en contacto con ella se realizaron pruebas que arrojaron como resultado un total de nueve contagiados.
Debido a ello, se ha reforzado el uso de equipos de protección por parte del personal médico incluso si el paciente ha dado negativo en una prueba.
Es política del hospital que los pacientes cuya hospitalización está prevista con anticipación se sometan a pruebas de PCR, mientras que en las hospitalizaciones de emergencia los tests empleados son los de antígeno. (International Press)