
Una escuela de primaria y un kínder en Okinawa han repartido folletos entre sus estudiantes para advertirles de que no toquen objetos que parezcan explosivos o con los que no estén familiarizados.
La advertencia llega después de que un estudiante de la escuela y un amigo encontraron una granada y jugaron con ella sin sospechar el peligro al que se exponían.
Por suerte, la granada no explotó, informó la NHK.
Los niños hallaron el explosivo en una granja en la ciudad de Ginowan el 30 de mayo. Lavaron la granada en un canal de drenaje y comenzaron a jugar con ella arrojándola.
Después, la llevaron a la casa de uno de sus amigos. El padre del amigo, al darse cuenta de que era un explosivo, llamó a la policía.
La policía avisó a las Fuerzas de Autodefensa de Japón, que recogieron la granada y la analizaron.
La granada, de 11,5 cm de longitud y 640 gramos de peso, no explotó porque la espoleta estaba rota. (International Press)
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