En 2009, la japonesa Mariko Takeuchi fue arrestada por intentar introducir en Malasia 3,5 kilos de metanfetamina.
La mujer fue condenada a muerte por un tribunal y apeló, pero en 2015 el Tribunal Federal ratificó la sentencia.
Sin embargo, la mujer de 49 años podría salvarse de la horca gracias a una nueva ley que ha entrado en vigor esta semana en Malasia, informa Kyodo.
De acuerdo con la norma, los sentenciados a muerte o cadena perpetua por once delitos graves (tráfico de drogas, asesinato, terrorismo, etc.) pueden solicitar una reducción de su pena.
El abogado de la japonesa tiene previsto acogerse a la nueva ley que tiene carácter retroactivo.
Si el recurso es aprobado, la mujer podría pasar el resto de su vida en prisión o entre 30 y 40 años.
Takeuchi, una exenfermera, se declaró inocente durante el juicio. Dijo que no sabía que estaba transportando drogas y que llevaba la maleta en la que fue encontrada como un favor a un allegado iraní.
La mujer es la primera japonesa juzgada por tráfico de drogas y condenada a muerte en Malasia. (International Press)