Bombero en Japón no pudo salvar la vida de la madre, pero mejoró la vida de la hija

Bomberos de Kobe (Kobe City Channel / YouTube)

 

Después del terremoto de Kobe en 1995 que mató a alrededor de 6.400 personas, un koko (preparatoria) de la ciudad estableció un curso de medio ambiente y mitigación de desastres con el propósito de promover el liderazgo para ayudar a las comunidades locales en caso de desgracias como el sismo.


El curso tomaría como base las lecciones extraídas del terremoto de Kobe. En 2002, Miyuki Hayakawa fue parte del alumnado.

Sin embargo, la entonces adolescente no estaba interesada en el curso. Su madre había muerto por el terremoto y no quería saber nada de él. Miyuki era una niña cuando perdió a su mamá y cada vez que se acercaba un aniversario de la catástrofe en Kobe se deprimía.

Miyuki quería abandonar la escuela hasta que un día un exbombero fue al aula a compartir su experiencia como líder de una operación de rescate en un hospital en escombros.


El hombre, Shozo Fujii, y su equipo rescataron a 41 pacientes, uno por uno, que habían quedado enterrados bajo las ruinas, revela Asahi Shimbun.

Fujii, con voz temblorosa, contó que hubo una persona que no pudieron salvar. Se llamaba Yumiko Nagao.

Miyuki quedó en shock al descubrir la identidad de la persona que los bomberos no habían podido salvar: su madre (el apellido de soltera de Miyuki es Nagao).


Su mamá, que tenía 43 años, estaba hospitalizada y le iban a dar de alta provisionalmente el día del terremoto.

Miyuki, abrumada por la revelación, no recuerda mucho del resto del día en que el exbombero fue a su escuela, pero sí hubo algo que se grabó profundamente en ella: los extraordinarios esfuerzos de los bomberos por rescatar a las víctimas.


Nada le quitaría el dolor por la pérdida de su madre, pero le hizo bien saber que hubo personas que hicieron todo lo posible, hasta el último momento, para salvarla.

El relato de Fujii marcó un punto de quiebre en la vida de Miyuki.

La mujer desistió de renunciar a la escuela, egresó, se casó y es madre de tres niños, forjó fuerte lazos con los hijos de las víctimas del terremoto de Kobe y viaja, incluso fuera de Japón, para compartir su experiencia y las enseñanzas que esta le dejó.

Miyuki, hoy de 34 años, nunca le contó a Shozo Fujii que era la hija de Yumiko Nagao.

Si bien el exbombero de 72 años siempre lamentará no haber podido salvar a Yumiko, de alguna manera salvó la de su hija, a quien con su relato reconcilió con la vida. (International Press)

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