Mujeres mayores vuelven al trabajo como “abuelas de alquiler”

En Japón, una figura inesperada está ganando protagonismo en medio del envejecimiento poblacional: la “abuela de alquiler” 「レンタルおばあちゃん Rental Obaachan」. Mujeres mayores que, lejos de retirarse, ofrecen su tiempo y experiencia a desconocidos para tareas tan cotidianas como cocinar, conversar o cuidar niños, e incluso para misiones emocionalmente delicadas, como asistir a una ruptura sentimental.

La iniciativa, gestionada por la empresa especializada Client Partners, cuenta con un centenar de mujeres mayores de 60 años, la más longeva tiene 94, que atienden solicitudes de personas que buscan acompañamiento, ayuda práctica o simplemente una conexión humana que no encuentran en su entorno más cercano.


Las razones para contratar a una “abuela” son diversas. Una joven universitaria, por ejemplo, recurrió al servicio para entrevistar a una mujer de otra generación como parte de un trabajo académico sobre el manga y el anime. “No tengo una abuela cerca y necesitaba esa perspectiva. El precio es razonable y puedo pedir muchas cosas”, explica.

Onoda-san, de 70 años, fue quien respondió a esa solicitud. Lleva tres años registrada en el programa y describe cada encuentro como una experiencia enriquecedora: “Siento que todas las peticiones tienen un sentido. Me hace bien sentirme útil. A veces pienso: si esta joven fuera mi nieta…”

Las tareas pueden ir desde redactar una carta con caligrafía tradicional hasta asistir como familiar simbólico en una boda o acompañar a alguien que no se atreve a terminar una relación por sí solo. “Me pidió que la acompañara para dejar a su novio. No podía hacerlo sola”, relata una de las participantes.


UNA SOCIEDAD QUE ENVEJECE… Y TRABAJA

Este tipo de servicio encuentra terreno fértil en una sociedad donde una de cada cuatro personas mayores de 65 años sigue activa laboralmente. Según el Ministerio del Interior y Comunicaciones, el número de trabajadores senior asciende a 9,3 millones.
Las razones son tan prácticas como económicas. Un hogar de adultos mayores en pareja necesita en promedio unos 256.000 yenes mensuales; una persona sola, alrededor de 150.000 yenes. Las pensiones, en muchos casos, no alcanzan.

EXPERIENCIA COMO VALOR SOCIAL


Para muchas de las mujeres involucradas, el servicio va más allá del ingreso económico. Se trata de una forma de sentirse útiles, mantener la mente activa y conectar con generaciones que, de otro modo, probablemente no conocerían.

“Estas mujeres no solo trabajan. Quieren seguir aportando a la sociedad con lo que han aprendido”, afirma Kumiko Ozeki, directora de operaciones de la empresa que administra el servicio. “Tienen una energía contagiosa, una vitalidad que inspira. Quieren seguir siendo parte activa del tejido social.”


En un país donde la soledad afecta tanto a jóvenes como a mayores, el fenómeno de las abuelas de alquiler ofrece una fórmula inesperada para reducir distancias. No se trata solo de trabajo: se trata, en muchos casos, de acompañamiento y afecto. (International Press)


Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Suscríbete a International Press GRATIS

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a International Press y recibe nuestras noticias primero.

ANIME/MANGA

『PR』PATROCINADOS


Descarga el App de Súper Tokio Radio


AUTOMÓVIL