
Sus Majestades el Emperador y la Emperatriz de Japón ofrecieron una ceremonia de bienvenida en honor al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su esposa, quienes visitan el país como invitados de Estado en el marco del 130° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Japón y Brasil.
Pasadas las 9 de la mañana de hoy, 25 de marzo, el Emperador y la Emperatriz recibieron con una sonrisa al presidente Lula y a la primera dama tras su llegada al Palacio Imperial en Tokio. Esta es la primera vez en seis años que los emperadores acogen a un jefe de Estado extranjero, siendo la última ocasión en 2019, cuando recibieron al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La ceremonia de bienvenida se llevó a cabo frente al Palacio Imperial con la presencia del príncipe heredero Akishino y su esposa, el primer ministro Ishiba y otros miembros del gabinete.
En un cambio sin precedentes, la música interpretada al finalizar los himnos, la revista de tropas y saludo a las banderas, no incluyó temas tradicionales de Japón, como «Oedo Nihonbashi», sino que, por primera vez, la banda oficial ejecutó piezas brasileñas como la famosa «Aquarela do Brasil» en homenaje al invitado.
CENA CON EL DEBUT DE LA PRINCESA AIKO
Por la noche, se celebrará un banquete de Estado en el Palacio Imperial, en el que, por primera vez, participará la princesa Aiko, hija mayor de sus Majestades. Este evento contará con aproximadamente 110 invitados, un número reducido en comparación con años anteriores debido a medidas de prevención sanitaria. Entre los asistentes se encuentran figuras destacadas en la relación entre Japón y Brasil, como el futbolista Kazuyoshi Miura y la cantante nikkei-brasileña Marcia.
En un gesto innovador, la comida será servida directamente en platos individuales en lugar del tradicional estilo de autoservicio. Esta modificación responde al deseo de sus Majestades de reducir el número de veces que el personal de servicio interviene en la mesa, favoreciendo un ambiente más relajado y propicio para la conversación.
Además, por solicitud de la delegación brasileña, el código de vestimenta del banquete ha sido modificado, permitiendo vestimenta formal sencilla en lugar de los habituales vestidos largos, esmoquin y frac. Es la primera vez que se implementa esta flexibilidad para una visita de Estado, con el objetivo de facilitar un ambiente más distendido para los asistentes. (RI/International Press)
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