Un equipo de la policía de las prefecturas de Kanagawa, Aichi y Gifu denunció contra dos ciudadanos brasileños bajo sospecha de posesión y tráfico de metanfetaminas y marihuana. Los dos, un empleado de 28 años de Nagoya, y otro de 41 años, vendedor de autos usados en Minokamo, fueron detenidos en octubre pasado por posesión de una cantidad significativa de estas drogas en una residencia en la ciudad de Mitake, en Gifu.
No obstante, avanzadas las pesquisas la denuncia inicial contra estas personas fue ampliada de posesión a narcotráfico por el almacenamiento y venta de estos narcóticos en Japón. Aún se desconoce si los detenidos han admitido o rechazado los cargos.
El caso remonta a una operación previa en la que los sospechosos fueron detenidos el mes pasado cuando se descubrió su supuesta implicación en la recepción de un cargamento de metanfetaminas importadas de México. En febrero de este año, agentes de aduanas descubrieron cerca de 531 kilogramos de metanfetaminas en un contenedor en Yokohama, con un valor de mercado de aproximadamente 35.000 millones de yenes (unos 226 millones de dólares), en lo que se considera uno de los decomisos de droga más grandes en Japón en los últimos años.
La policía sospecha que el empleado de la empresa de Nagoya actuaba como coordinador en la distribución de las drogas dentro de Japón, mientras que el vendedor de autos usados operaba bajo sus órdenes. En registros adicionales en una residencia en Gifu, las autoridades hallaron más cantidades de marihuana y metanfetaminas, indicando que la casa podría haber sido usada como centro de almacenamiento de estas sustancias.
En relación a este caso ya han sido arrestados en julio un japonés identificados como Tatsuya Uchiyama (40), residente en Chiba y propietario de un restaurante, Juan Reyes Chávez (49), instructor de deportes de nacionalidad mexicana y Andrés Felipe González Salazar (28), obrero de nacionalidad colombiana por violar la Ley de Control de Estupefacientes. (RI/AG/IP/)