El 26 de noviembre, un tren bala viajó entre las estaciones de Shin-Osaka y la de Tokio.
Todo normal, salvo por el hecho de que alrededor de las 4 p. m. el conductor del tren se distrajo durante un minuto para ver noticias sobre carreras de caballos en el teléfono de trabajo que le proporciona JR Central.
La falta se descubrió durante una inspección de rutina de los registros telefónicos, revela el sitio News On Japan.
Interrogado por la empresa, el conductor, un hombre en la treintena, reconoció que su “interés personal había prevalecido sobre sus obligaciones profesionales”.
A raíz del incidente, JR Central realizó pesquisas que no hallaron irregularidades de ese tipo entre otros conductores.
La compañía ferroviara emitió un comunicado mediante el cual dijo que las acciones de su empleado violaron claramente sus políticas internas que exigen poner toda la atención en la conducción.
JR Central enfatizó su compromiso con la seguridad y anunció una sanción al empleado. (International Press)