“En un momento en que funcionarios de alto rango de todo el mundo están de visita, Japón en su conjunto necesita maximizar sus esfuerzos para garantizar la seguridad», declaró el primer ministro japonés, Fumio Kishida, el domingo, informa AFP.
Kishida aludía a dos reuniones ministeriales del G-7 que alberga Japón, que será sede de la cumbre de líderes de los siete países más desarrollados del mundo en mayo.
Las palabras del primer ministro resonaron de manera especial debido a que un día antes había sido blanco de un atentado en la prefectura de Wayakama.
Un hombre de 24 años lanzó una bomba de humo hacia él cuando se alistaba para pronunciar un discurso en un puerto pesquero con motivo de las elecciones a la cámara baja que se realizarán el 23 de abril.
El hombre, identificado como Ryuji Kimura, se ha rehusado a explicar las razones por las cuales atacó a Kishida, según AFP.
Tras arrojar el artefacto, Kimura fue neutralizado por guardias de seguridad y civiles de la localidad.
Japón es un país con bajos índices de criminalidad, pero la seguridad en torno a los funcionarios se ha reforzado a raíz del asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe en julio de 2022 durante un evento de campaña. (International Press)