La crítica internacional alaba a la Selección Japonesa que se ha cenado a dos campeones mundo en Qatar y ha sorprendido con muestras de gran calidad táctica, excelente marca y mucho temple: ambos partidos los empezó perdiendo.
Japón es mejor en situaciones difíciles y no se acompleja ante los grandes. En realidad es un grupo de futbolistas acostumbrado a jugar ante adversarios potentes porque militan en ligas europeas, sobre todo en la Bundesliga. Este roce aporta mucho al fútbol nipón.
Sin embargo, a pesar de su evidente desarrollo, la mayoría pensaba que Japón no pasaría de la fase de grupos. España y Alemania ya tenían sus nombres casi marcados en las llaves de los octavos de final del Mundial porque eran candidatos al título.
Hoy el mundo del fútbol se rinde ante el equipo del técnico Hajime Moriyasu. Un comentarista de Sky Sports, Nick Wright, ha elogiado al entrenador japonés de quien ha dicho: «Moriyasu es un genio táctico».
«La revisión de la estrategia por parte de Japón hizo que España entrara en pánico. Los españoles se quedaron prácticamente sin ideas ante Japón», agregó.
Matthew Upson, ex futbolista inglés y ex seleccionado británico, actual comentarista de la BBC, admiró la transformación táctica del equipo japonés: «Es simplemente increíble. No puedo reconocer a este mismo Japón».
El Le Parisien francés destacó: «Los japoneses ocupan un increíble primer lugar en este grupo E».
Otro medio francés, el prestigioso Le Monde sostuvo en su crónica del encuentro: «Los de Luis Enrique dejaron inexplicablemente de jugar y, tras volver del vestuario, fueron arrollados a los tres minutos por la furia japonesa».
Para el Le Monde, los héroes del encuentro son Ritsu Doan y Ao Tanaka que juegan en el fútbol alemán: «han clavado un cuchillo en la herida de la (eliminada) Nationalmannschaf (Selección Nacional Alemana)… porque evolucionan en la Bundesliga, jugando en Friburgo y en el Fortuna Düsseldorf».
En España tampoco se guardaron los elogios a Japón. El diario As escribió: «La actuación de Japón fue increíble. Ver para creer. Al final, Alemania nos salvó». (RI/AG/)