Japón planea liberar a los detenidos que han solicitado el status de refugiados

Japón prepara una revisión a la Ley de Inmigración que permitirá a los extranjeros que solicitan el status de refugiado y que están detenidos, sean liberados y tengan vida social mientras esperan el resultado de su solicitud, dijeron fuentes de gobierno citadas por la agencia Kyodo.

La revisión, que está siendo preparada por la Agencia de Servicios de Inmigración, es una respuesta a las críticas por la prolongada detención de ciudadanos extranjeros que se niegan a ser deportados.

Se espera que la agencia presente su propuesta de revisión de la ley al Parlamento para su discusión y aprobación.

El plan surgió en el seno de un comité asesor del Ministerio de Justicia que se reunió tras la muerte en junio de 2019 de un nigeriano que se declaró en huelga de hambre para protestar por su larga detención.

La nueva legislación permitiría a la agencia brindar apoyo financiero a quienes sean liberados mientras esperan la respuesta de visa de refugiados porque no se les permite buscar empleo.

Al mismo tiempo, serán monitoreados por grupos de apoyo y abogados certificados por Inmigración que estarán obligados a informar periódicamente sobre la situación de vida de los solicitantes.

Se introducirán sanciones para aquellos que desaparezcan tras su liberación, dijeron las fuentes.

Con excepción de los extranjeros con antecedentes penales o que se considera que puedan huir, aquellos que soliciten ser reconocidos como refugiados, o que estén a la espera de una demanda relacionada al pedido de visa, serán elegibles para la liberación.

La agencia considera además establecer otro tipo de status migratorio para los extranjeros cuya solicitud de refugiado sea rechazado, pero que no pueden regresar a su país de origen debido a una guerra u otras razones.

Para quienes se niegan a salir de Japón, las autoridades están considerando imponer sanciones solo a aquellos que se resistan violentamente en los vuelos cuando son deportados a la fuerza  y a los ciudadanos cuyos países de origen se niegan a aceptarlos como los iraníes.

También se pretende acortar el período que prohíbe el reingreso a Japón a los extranjeros que abandonen el país rápidamente tras una orden de deportación. (Agencia)