Durante las vacaciones de verano, muchas personas que se mudaron a las grandes ciudades de Japón para estudiar o trabajar, vuelven a sus tierras de origen para visitar a sus padres.
El reencuentro, que promete ser un espacio de armonía familiar y regocijo, a veces puede terminar muy mal. Incluso a golpes.
Fue lo que ocurrió cuando un taxista que reside en la ciudad de Fukuoka,
Shinichi Takematsu, recibió la visita de su hijo.
Cuando Takematsu notó que su hijo lleva ahora tatuajes en ambos brazos se enfureció y comenzó a discutir con él, revela el sitio SoraNews24.
La pelea pasó de las palabras a los actos y el taxista golpeó a su hijo en la cara y el estómago.
Más allá de la condenable agresión, lo llamativo del caso es que el hijo no es un adolescente ni mucho menos, sino un hombre de 40 años con esposa e hijo.
La víctima llamó a la policía, que arrestó al agresor de 67 años.
En Japón, los tatuajes están asociados con la yakuza. (International Press)
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