El gobierno de Japón está investigando en todo el país la explotación del sistema de seguro de seguro de salud pública y el abuso de sus vacíos legales por parte de los residentes extranjeros, informó la agencia Kyodo.
El Ministerio de Salud está chequeando, en coordinación con los municipios, a los extranjeros que han adquirido la condición de residentes de manera inapropiada con el fin de ser elegibles para el seguro de salud pública y evitar el pago de costosos gastos médicos.
El ministerio compilará los resultados de su estudio en el otoño y discutirá medidas para impedir los abusos del actual sistema.
En Japón, todos los residentes, incluyendo a los extranjeros, deben inscribirse en un plan de seguro médico proporcionado por sus empleadores (que también cubre a sus dependientes) o afiliarse al seguro nacional de salud en los municipios.
Los extranjeros que permanecen en Japón durante tres meses o más por negocios o estudios pueden solicitar la cobertura del seguro de salud nacional.
Las autoridades niponas han detectados casos de extranjeros que de manera fraudulenta han obtenido estatus de residentes. ¿Cómo? Por ejemplo, haciéndose pasar por estudiantes internacionales.
También hay extranjeros con parientes en Japón que viajan al país para recibir tratamiento.
El año pasado, un ciudadano chino sexagenario arribó a Japón y poco después visitó un hospital en Tokio, acompañado de su hijo, que reside en el país. El hombre figuraba como dependiente del hijo, así que tenía derecho a los beneficios del seguro de salud.
Los costos médicos totales, incluyendo la cirugía y la quimioterapia postoperatoria, ascendieron a tres millones de yenes (casi 27.000 dólares), pero gracias al seguro solo pagó 80.000 yenes (casi 712 dólares) y retornó a China.
Los expertos sostienen que prácticas como esta, que benefician a personas sin historial de pago de primas de seguros que reciben un tratamiento costoso y pagan poco, perjudica el sistema de seguro de salud pública de Japón.
Yoneyuki Kobayashi, director del Centro Internacional de Información Médica, declaró a Kyodo que el sistema, que permite que los extranjeros que recién han ingresado a Japón se beneficien de tratamientos médicos costosos, debe ser revisado.
Kobayashi dijo que el actual sistema puede llevar a una discriminación inversa contra los japoneses.
Japón tenía cerca de 2,56 millones de residentes extranjeros a fines de 2017, quinto año consecutivo de aumento. Los chinos representaron el 29 % del total, seguidos por los surcoreanos (18 %), y vietnamitas y filipinos (10 % en ambos casos).
Ante la escasez de mano de obra en Japón, el país depende cada vez más de los trabajadores extranjeros y el gobierno está desplegando esfuerzos para aumentar su número. (International Press)
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