En abril del año pasado, Yuka Dogin, una mujer de 25 años, golpeó a su hija que entonces tenía seis meses de nacida causándole daños irreparables.
Actualmente, la niña tiene medio cuerpo paralizado, está hospitalizada y, según los médicos, no existe posibilidad de que se recupere completamente.
La mujer fue arrestada por la policía de Osaka y se abstuvo de declarar, informó Japan Today.
En aquel tiempo, Dogin vivía con su esposo de 28 años, un hijo de dos y la víctima.
El día del brutal ataque, la mujer llamó a los servicios de emergencia para decir que su bebé estaba mal tras haberse caído de la cuna.
La mentira naufragó rápidamente cuandos los especialistas detectaron que la pequeña tenía una fractura de cráneo y que el lado izquierdo de su cerebro sufría un infarto.
Tras dar a luz a la niña en septiembre de 2015, la mujer acudio a una oficina de bienestar de infantil para decir que su hija no era “linda”.
Un hospital para niños tomó bajó su custodia a la recién nacida, pero en marzo del año pasado se la entregó a los padres. Al mes siguiente, la pequeña sufrió la desgracia que probablemente arruinó su vida para siempre por culpa de su madre. (International Press)
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