La tailandesa Lonsan Phaphakdee tuvo que tomar hace dos meses la decisión más difícil de su vida: separarse de su hijo Utinan, de 16 años, para que esté pueda permanecer en Japón.
En junio, un tribunal de Tokio ratificó las órdenes de deportación de Lonsan y Utinan, revela Reuters.
Sin embargo, los jueces hicieron hincapié en que Utinan asistía a la escuela y estaba adaptado a la sociedad japonesa, y determinaron que el chico podía quedarse en Japón con una condición: que su madre abandone Japón.
El tribunal determinó que se podría otorgar a Utinan un permiso de residencia especial si después de que su madre fuera deportada, hubiera un tutor que pudiera cuidarlo y una red de apoyo, y si el menor deseaba continuar viviendo en Japón incluso separado de su madre.
En septiembre, en el Aeropuerto de Narita, madre e hijo se despidieron con un abrazo. Fue la última vez que se vieron. La madre viajó a Tailandia, mientras que el hijo se quedó en Japón.
Lonsan vivió en Japón más de 20 años. El día de su despedida, en el aeropuerto, dijo que jamás imaginó que las cosas llegarían tan lejos y que tendría que volver a su país.
Utinan nació y creció en Japón, y jamás ha estado en Tailandia. Con la partida de su madre se ha quedado sin familia (su padre, también tailandés, está separado de su madre).
«Mi mamá está regresando a casa para que yo pueda quedarme en Japón. Me siento tan solo», dijo el chico.
Utinan vive con un japonés que ha apoyado a su familia.
El caso de Utinan y Lonsan es otro más en que se ofrece a las familias extranjeras (de países como Perú, Bolivia e Irán, y que migraron a Japón en la década de 1990 en busca de un futuro mejor, subraya Reuters) sin visa la posibilidad de que los hijos se queden a cambio de que sus padres abandonen Japón.
Otras familias extranjeras han rechazado la propuesta, eligiendo dar batalla legal en Japón para que padres e hijos no tengan que separarse. (International Press)
La verdad no entiendo a éste gobierno; por un lado se preocupan por la baja natalidad y bajo porcentaje de niños para poder sobrellevar la economía del país,y con intención de traer mano de obra extranjera ; no sería más fácil que le den la residencia a gente que ya está adaptada al país y hablan el idioma?? No soluciona el problema de fondo, pero ayuda. La verdad muy cruel lo que hacen,e el chico todavía necesita la guía de su madre! Psicológicamente lo están destrozando al pobre…