“Somos libres, seámoslo siempre, seámoslo siempre, y antes niegue sus luces el sol…”, así, con las estrofas del Himno de Perú entonado por los alumnos es que empezó el “Primer Seminario para Pre-adolescentes” organizado por la Academia de Lectoescritura en Español YACHAY en Hamamatsu, Shizuoka.
Nunca imaginé que mis jóvenes interlocutores supieran tanto español ni que me sorprendieran mucho más minutos después.
El tema que abordado en esta ocasión fue sobre la sexualidad, algo muy pertinente para los estudiantes en la pubertad. El seminario abarcó el enamoramiento, la sexualidad, el autoconocimiento, relaciones responsables, el mecanismo de la procreación, etc., que es una orientación necesaria para esta edad.
Planeaba utilizar material audiovisual para discutir luego con los estudiantes. Sin embargo, dificultades técnicas para conectar el proyector con el ordenador, forzaron a abandonar el plan inicial por lo que la orientación fue mayormente verbal.
Esta medida resultó ser positiva pues fue un proceso de liberarnos del titubeo, que no lo niego, para luego tener, gradualmente, la participación activa de los estudiantes y ¡todo hablado en español!
Cuando se habló de las consecuencias de un embarazo no planeado en los adolescentes, forzando abandonar metas que se habían trazado, hubo una pregunta sobre el aborto, lo que indica la importancia de la instrucción sobre métodos conceptivos para evitar este procedimiento que es virtualmente una vida naciente.
Recordando algunas de las preguntas que hicieron: “¿Cómo se hace el bebé?”, “¿el feto respira?”, “¿la madre puede morir al tener un aborto?”, “¿Porqué tenemos la regla?”, “¿Cómo se alimenta el feto?”, “¿Los animales tambien se alimentan a traves del cordón umbilical?”.
“¿Cómo se hace el bebé?”, “¿el feto respira?”, “¿la madre puede morir al tener un aborto?”, “¿Porqué tenemos la regla?”, “¿Cómo se alimenta el feto?”…
Me imagino que a veces es un poco difícil para los adultos tocar el tema de la sexología, sin embargo es clarísimo que los adolescentes necesitan respuestas de personas en quienes confían, sobre todo de sus padres, que los conocer y podrían abordar una conversación sincera sobre el tema.
Las preguntas que los chicos realizaron durante el seminario pintó de cuerpo entero la carencia de información que tienen sobre la sexualidad a pesar que podemos creer que todas sus dudas pueden ser aclaradas con un solo click en internet o en la escuela ¿Qué equivocados estamos, no?
Es evidente que alguna información recogen sobre el tema, más aún en esta Era que les ha tocado vivir, pero seguro que cuanto más conocen y escuchan más interrogantes tienen. Para mí, son los padres los más indicados para escucharlos y resolver las dudas sobre sexualidad de sus con los hijos con la misma responsabilidad que tienen para alimentarlos y cuidarles la salud.
Y ¿cómo hablarle a los hijos, cómo empezar con el tema? Aconsejo ir de a pocos aunque primero hay que estar cerca de la vida del hijo, interesándose por su vida. Aparecerse de buenas a primeras para hablarles de sexo no es la mejor manera.
Tres cosas importantes más: no se ponga ceremonioso ni haga del momento el inicio de una clase de religión, elija un momento descontraído para abordar el tema. Hágalo, por ejemplo, contando su propia experiencia de juventud, cuando le tocó hablar de sexualidad con sus propios padres.
Dos. No responda más preguntas de las que su hijo realice y tres, no de sermones ni lance advertencias porque se trata de ganar y dar confianza sobre un tema delicado que debemos abordar con la naturalidad y serenidad tal como lo hicimos en Hamamatsu, que además fue maravillosamente hablado en español con muchachos y muchachas formados en Japón.
(*) Psicóloga clínica radicada en Japón. Contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico: consultas@hotmail.co.jp
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