El maestro grabador Shusui Taki acaba de completar, después de 12 años de trabajo, una colección de xilografías basadas en el «La historia de Genji«, considerada la obra de ficción primigenia de la literatura nipona.
El reconocido artista, de 75 años, comenzó este proyecto en 2002 y se vio obligado a interrumpirlo en 2012 tras sufrir un derrame cerebral.
En ese momento, Shusui (Aichi, 1939) preparaba la doceava y última xilografía de esta serie, que busca reflejar las tradiciones y la estética de la corte imperial del periodo Heian (siglo XIX – finales del siglo XII) descrita por la cortesana Murasaki Shikibu, alias con el que se conoce a la autora de este clásico.
Sin embargo, el grabador retornó al trabajo en su taller apenas dos semanas después del derrame para terminar la serie, la cual definió como el «gran proyecto de su vida» en una entrevista publicada en la edición digital del diario Asahi.
El maestro ha realizado él mismo las tres labores propias del «ukiyo-e» (grabado tradicional nipón).
Antiguamente, los aprendices de cada una de estas tres especialidades (dibujo, tallado e impresión) tardaban entre 5 y 10 años en formarse y aprender los conocimientos necesarios para poder empezar a ganarse la vida en esta industria.
Taki ha combinado diversas técnicas (como utilizar polvo de mica mezclado con el pigmento natural para lograr un efecto «pulimentado») y ha llegado a utilizar hasta 23 bloques de madera para un solo grabado de cara a lograr las gradaciones, volúmenes y texturas deseadas.
El resultado, explican los expertos, es de una extrema delicadeza por su combinación de múltiples tramas y sombreados, que hacen que los colores lleguen a fundirse unos con otros, y supone una poderosa representación gráfica de este clásico literario del siglo XI.
El proceso de impresión a mano le ha llevado unos tres meses por cada pieza y debido a la fortaleza física que requiere le llegó a hacer perder hasta seis kilos de peso trabajando en un solo grabado.
Las 12 imágenes, de unos 40 por 30 centímetros, han sido reproducidas en papel tradicional japonés «washi», elaborado especialmente por encargo en la ciudad de Mino, en la prefectura de Gifu (oeste).
En cuanto a la madera usada, Taki ha querido emplear solo la del cerezo de montaña de la prefectura de Ishikawa, en la costa del Mar de Japón, porque su fibra compacta, ha explicado, permite tallar con mayor detalle y fineza. (EFE)
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