“Descubrimiento de algo desconocido” o “persona que se destaca contrariamente a lo esperado en una actividad”. Tal las acepciones de “revelación” que nos aporta ese amigo entrañable llamado diccionario. ¿Por qué consultarle una palabra tan sencilla…? Porque cuando hablamos de “la revelación del campeonato” se presta generalmente a confusión. Mucha gente dice “para mí la revelación va a ser Diego Costa”, o Agüero, o Cavani. Revelación es alguien poco conocido, que uno no espera que brille y que sorprende gratamente al público. Jugadores de más de 23 años, que llevan algunos años en los grandes clubes europeos, jugando en Champions y en la boca de todos, no son revelaciones, son destaques.
No obstante, en el caso del Mundial, la mayoría de los jugadores que pueden sobresalir ya son conocidos, pues son contratados desde muy jóvenes por los grandes de Europa y tienen un una resonancia mediática enorme. Y justamente de ellos sí se espera que destaquen. Convengamos entonces que las revelaciones de la Copa deben ser jóvenes de no mucho más de 23 años que, si bien ya son reconocidos, aún el mundo entero no está al tanto de todas sus condiciones y ocupan un segundo plano informativo. Neymar, por ejemplo, ¿podría considerarse revelación un profesional por el que se han pagado más de 110 millones de euros y lleva cuatro años casi diariamente en las portadas…?
En ese contexto hay un puñado de nombres que pueden coronarse en Brasil 2014, aunque ninguno responde tan perfectamente al perfil como el colombiano James Rodríguez. El muchacho surgido del Envigado y consagrado en Banfield -hoy en Mónaco- tiene todo para triunfar en el gran escenario: juventud, notables virtudes técnicas, carácter, gol, una zurda de oro. Y titularidad… Porque en los Mundiales los técnicos se apoyan en los grandes; los jóvenes, si van, van de suplentes. James se ganó su lugar ampliamente en la Eliminatoria. Le llega la gran prueba en un momento excelente, a los 23 años (los cumplirá el 10 de julio), con más de 250 partidos en 8 temporadas de experiencia en Primera, pues debutó a los 15. Y su currículum también de primera.
Si tuviéramos que poner todas las fichas sobre el tapete a una sola carta, elegimos a James. Deberían pelearse por él los grandes de Europa en el próximo mercado de pases.
En otro estilo, más de combate, aunque igualmente muy promisorio, ubicamos a Jordan Henderson, volante derecho inglés del Liverpool, tremendo guerrero, de esos que gritan, se golpean el pecho y van a la carga; defiende, ataca, convierte…
Otro: Jefferson Montero, el endiablado volante o punta izquierda ecuatoriano del Morelia. Sensacional en el uno contra uno: Si hay un átomo de lógica, debiera deslumbrar. El golero costarricense Keylor Navas puede ser una figura emergente, está en un nivel altísimo, es el más valorado de la Liga Española en su puesto en lo que va de la temporada y un paradigma del arquero actual: elástico, concentradísimo, dueño del área, más héroe que víctima en las jugadas.
Los franceses Paul Pogba y Raphael Varane cumplirán 21 años antes de arribar a Brasil. Ambos tienen futuro de estrellas. Pese a que juegan en la Juventus y el Real Madrid respectivamente, el Mundial puede ser la meca para ambos. Pogba es un “10” de inmensa clase, con talento y un disparo importante. Varane tiene un aire a Beckenbaeur en su movimientos.
Después hay otras promesas interesantes: el jamaiquino-inglés Raheem Sterling; el chileno Eduardo Vargas, punzante y goleador; el ecuatoriano Enner Valencia, veloz y escurridizo; el colombiano Juan Fernando Quintero, si juega, el albano-kosovar-suizo Xherdan Shaqiri, otro zurdo picante, de alguna similitud con James… En este nivel incluiríamos a Koke, el “8” del Atlético de Madrid: hace todo bien, tiene voluntad, fuerza, le pega bien a la bola, llega al área, un elemento súper positivo.
Desde luego habrá algunos africanos que nos son desconocidos. Y tenemos la tentación de nombrar a Keisuke Honda, finísimo zurdo japonés de un dominio delicioso, pero tiene 27 años, ya disputó un Mundial y milita en el Milan, no califica como revelación.
La prensa europea deposita esperanzas en tres volantes, el hábil y temperamental Jack Wilshere (Inglaterra), el cerebral Illkay Gündogan (Alemania) y Marco Verratti (Italia), un trajinador con mucho criterio.
Son nombres que tira el periodista, pero todos dependen del equipo. Si el resto no acompaña o el conjunto no responde, no hay revelación, este es un juego de once.
* Ex articulista de El Gráfico y director de la revista Conmebol. Columnista de International Press.