La investigación sobre la muerte de una madre de 36 años y sus tres hijos en Nishitokio, en la región de Tama, ha revelado un nuevo escenario criminal. Durante el registro de un apartamento en el distrito de Nerima, alquilado a nombre de la mujer, agentes de la Policía Metropolitana de Tokio localizaron el cadáver de un hombre de aproximadamente 20 años oculto en un armario. El cuerpo presentaba más de diez heridas por arma blanca en el abdomen y se encontraba en estado de descomposición.
El hallazgo se produjo la noche de ayer en una habitación que había sido sellada desde el interior con cinta adhesiva. Según fuentes de la investigación, el hombre habría muerto varios días antes de que se descubriera la tragedia familiar. Las autoridades sospechan que la mujer y el joven mantenían una relación sentimental, ya que el inmueble fue contratado por ella el pasado marzo para que él residiera allí.
CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS
El caso principal se hizo público el 19 de diciembre, cuando el esposo de la mujer regresó al domicilio familiar y encontró los cuerpos sin vida de su pareja y sus tres hijos de 16, 11 y 9 años. En la escena, los peritos incautaron diversas armas blancas, entre ellas un hacha con restos hemáticos. La hipótesis principal de las autoridades es que la mujer cometió un asesinato-suicidio forzado contra los menores antes de quitarse la vida.
La inspección en Nerima surgió como parte de la trazabilidad de los movimientos de la madre previos al desenlace en la vivienda familiar. El hecho de que el apartamento estuviera cerrado con llave y el armario meticulosamente sellado sugiere un intento de ocultar el cadáver del joven. Los investigadores trabajan ahora para confirmar la identidad del fallecido mediante pruebas genéticas y determinar el orden exacto de los fallecimientos.
VÍNCULO ENTRE LOS DOS CRÍMENES
La policía analiza la posibilidad de que la mujer asesinara primero al joven en el apartamento de Nerima para después trasladarse a Nishitokio y ejecutar el parricidio múltiple. Los hijos fallecidos cursaban primer año de secundaria superior, quinto y cuarto año de primaria, respectivamente. Por el momento, no se han reportado notas de suicidio que aclaren el móvil de los ataques.
Las autoridades de la capital mantienen abiertas ambas líneas de investigación de forma conjunta. Se espera que los resultados de las autopsias y el análisis de los dispositivos electrónicos de los involucrados permitan establecer si existían conflictos previos o una planificación deliberada de esta cadena de eventos violentos que involucra dos distritos diferentes de la metrópoli. (RI/AG/IP/)
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