El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca (MAFF) de Japón suspendió temporalmente de la importación de carne de cerdo y productos derivados desde España. Esta drástica medida se toma tras la confirmación de un caso de Peste Porcina Africana (ASF) en un jabalí salvaje en el país europeo, detectado el 28 de noviembre.
La decisión tiene un impacto significativo en la mesa japonesa, ya que España es el tercer mayor proveedor de carne de cerdo para Japón, solo por detrás de Canadá y Estados Unidos, con un volumen de más de 10.000 toneladas mensuales importadas.
La Peste Porcina Africana (ASF) es una enfermedad contagiosa altamente maligna que afecta a cerdos y jabalíes. Se caracteriza por fiebre y lesiones hemorrágicas, y su tasa de mortalidad en animales infectados es extremadamente alta. Lo más crítico es que no existe una vacuna o tratamiento efectivo. Si bien el virus no se transmite a los humanos, sus consecuencias para la industria ganadera son catastróficas.
ESPAÑA, UN GIGANTE DE LA EXPORTACIÓN
Desde 2018, España se ha consolidado como el mayor exportador de carne de cerdo de la Unión Europea (UE) a Japón. Los datos de 2023 revelan la magnitud de este comercio: 176.700 toneladas valoradas en aproximadamente 64.800 millones de yenes (unos 435 millones de dólares).
Un dato clave es que el 94% de esta carne es congelada. Este tipo de producto es crucial para el sector de procesamiento de alimentos y las grandes cadenas de restauración en Japón. La UE, y especialmente países como España y Dinamarca, destacan por su tecnología para cumplir con los estándares de calidad japoneses para la carne congelada.
EL RETORNO SERÁ MUY LARGO
La suspensión inmediata dispara la preocupación por el aumento en los costos de adquisición para fabricantes de alimentos y cadenas de restaurantes japonesas. Se espera que la industria intente reemplazar el suministro con carne de Canadá o Dinamarca, pero esto presenta desafíos en términos de volumen de suministro y presión al alza en los precios.
El virus ASF es notablemente persistente: puede sobrevivir en cadáveres y productos curados (como el jamón, de ahí el riesgo de escasez) durante unos 300 días. Por ello, la reanudación de las exportaciones será un proceso prolongado y complejo.
Como precedente, Italia mantiene la suspensión de importaciones desde 2022, con excepción de algunos productos cárnicos tratados térmicamente. La interrupción del suministro español podría llevar a una subida generalizada del precio de la carne de cerdo y una real incertidumbre en el suministro, afectando directamente la despensa de los hogares japoneses. (RI/AG/IP/)
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