Un alto funcionario chino ha visitado una importante fábrica japonesa en Dalian para asegurar a los ejecutivos que pueden continuar operando «sin preocupaciones» en China, en un esfuerzo por evitar que las disputas políticas perturben las actividades comerciales. La medida se produce en un contexto de escalada de tensión diplomática entre Pekín y Tokio.
Liu Jinsong, director general del Departamento de Asuntos Asiáticos del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, fue el diplomático de alto rango que realizó esta visita de control de daños, según informó Nikkei.
EL FRACASO DE LA DESESCALADA
La tensión entre China y Japón se intensificó tras los comentarios que la primera ministra Sanae Takaichi hizo el 7 de noviembre en el Parlamento sobre Taiwán.
Aunque Liu Jinsong se reunió en Pekín el 18 de noviembre con Masaaki Kanai, director general de la Oficina de Asuntos de Asia y Oceanía del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, la situación no se calmó. Ambos funcionarios reafirmaron sus posturas sobre el comentario de Takaichi y la acalorada respuesta del Cónsul General chino en Osaka quien amenazó con cortar a la ceba de a mandataria japonesa.
Liu también fue punto de controversia despidiendo a Kanai con las manos en los bolsillos, acentuando la frialdad del encuentro con esta actitud de superioridad.
CHINA INTENTA PROYECTAR CONFIANZA EN LOS NEGOCIOS
La visita de Liu Jinsong a la empresa en Dalian, donde se reportó que hubo un ambiente cordial e incluso un abrazo al final, se interpreta como un intento de Pekín de mitigar las consecuencias económicas del conflicto.
La economía china enfrenta actualmente una grave escasez de demanda interna y una ralentización de la inversión extranjera. El propio primer ministro chino, Li Qiang, prometió el 5 de noviembre en la Expo Internacional de Importación de China que el gobierno tomaría «nuevos pasos para hacer de China un destino preferido para la inversión extranjera», con el objetivo de que las empresas se sintieran más «cómodas y confiadas».
En un movimiento relacionado, el viernes pasado, el presidente de la Federación Empresarial de Japón (Keidanren), Yoshinobu Tsutsui (Tsutsui Yoshinobu), se reunió en Tokio con el embajador chino, Wu Jianghao (Go Kōgō), a petición de la parte china, para reafirmar la importancia del diálogo y el intercambio económico.
PERO EN LA ACCIÓN CHINA HACE LO CONTRARIO
La disputa política ya ha comenzado a tener repercusiones en el sector del entretenimiento. Bandai Namco canceló eventos que tenía programados para el fin de semana, incluyendo una aparición del grupo femenino Momoiro Clover Z, citando «circunstancias inevitables».
De manera similar, un concierto programado por la cantante Ayumi Hamasaki fue cancelado el día anterior, mientras que la cantante del tema de ONE PIECE, sufrió la interrupción de su show en Shangai mientras actuaba.
Aún se desconoce si el conflicto se extenderá al vital sector manufacturero, donde una posible restricción china al acceso a minerales de tierras raras podría tener un impacto catastrófico en numerosas empresas japonesas. (RI/AG/IP/)
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