Un grupo de activistas llevó a cabo una enérgica campaña callejera en la ciudad de Nagoya bajo el nombre de «No Hate Action» (Nō Heito Akushon), con el objetivo claro de erradicar los discursos de odio y las acciones discriminatorias injustas dirigidas a los inmigrantes y residentes extranjeros en Japón.
Esta iniciativa fue encabezada por Seiko Nishiyama, una figura conocida por su dedicación a los derechos de los migrantes, quien ha visitado el Centro de Inmigración de Nagoya (Nagoya Nyukan) durante más de 15 años para reunirse con los extranjeros detenidos.
«LA EXCLUSIÓN SOLO CREA UNA SOCIEDAD DE TERROR»
Durante la actividad, los activistas hicieron un llamado a la sociedad a la solidaridad. El mensaje principal fue contundente: incluso los residentes con estatus irregular son miembros de la sociedad japonesa y no se deben tolerar los rumores infundados o las difamaciones en su contra.
Nishiyama articuló la filosofía de la campaña, contrastando la exclusión con la convivencia: «La exclusión solo crea una sociedad de terror; convivir en armonía (nakayoku shite iku), eso es lo que construirá una sociedad japonesa positiva y con visión de futuro».
La activista no sólo se centró en la ética social, sino que también abordó la necesidad política. Nishiyama destacó la importancia de que Japón se prepare para la creciente necesidad de mano de obra, urgiendo al gobierno a desarrollar un marco adecuado para la recepción y gestión de trabajadores extranjeros. (RI/AG/IP)
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