La popular cantante japonesa Ayumi Hamasaki anunció en sus redes sociales la cancelación de su concierto programado para el día siguiente en Shanghái. La suspensión se produjo por una solicitud repentina de la parte china, justo cuando la artista se encontraba en la fase final de los preparativos.
El incidente es visto como una consecuencia directa de la escalada en las tensiones sino-japonesas, alimentadas por los recientes comentarios de la primera ministra Sanae Takaichi sobre una posible contingencia en Taiwán. La cancelación es la más reciente de una serie de suspensiones de artistas japoneses en China.
La solicitud para suspender el evento llegó de forma abrupta la mañana del 28 de noviembre. Los promotores chinos de venta de entradas notificaron a los clientes que el concierto había sido cancelado debido a «factores de fuerza mayor».
La abrupta decisión contrasta con la reciente actividad de la artista, quien había realizado exitosas presentaciones en Hangzhou, en octubre, y en Beijing, en noviembre.
La propia Hamasaki Ayumi expresó su profundo pesar por la cancelación: «Aún no lo puedo creer y no tengo palabras. Lo siento mucho», escribió la cantante, reflejando el impacto de la interferencia política en su trabajo.
Este tipo de censura cultural se está convirtiendo en un patrón. El dúo folk Yuzu también se vio obligado a cancelar un concierto que tenía programado en Shanghái para el mes de diciembre. La situación revela que la disputa política está generando un creciente ambiente de exclusión que afecta el intercambio cultural y musical entre ambas naciones. (RI/AG/IP/)
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