Una masa de Kosa (Polvo Amarillo Asiático), fenómeno que suele ser característico de la primavera, se está desplazando sobre el archipiélago japonés, generando una inusual alerta. Se espera que el polvo cubra vastas regiones del país, desde el extremo sur hasta el norte, y las autoridades han emitido una advertencia por riesgos para la salud.
Para la noche de hoy, 27 de noviembre, se prevé la llegada del Kōsa a las regiones de Kyushu y Chugoku. Mañana, 28 de noviembre, el fenómeno se extenderá ampliamente desde Okinawa y Amami, atravesando Kyushu y llegando hasta Hokkaido.
EL POLVO LLEGA FUERA DE TEMPORADA
El Kōsa es esencialmente polvo mineral levantado por fuertes vientos de las profundidades de China, específicamente de los desiertos de Gobi y Taklamakan. Aunque su mayor incidencia se da entre marzo y mayo, su llegada actual se debe a condiciones climáticas excepcionales.
Este año, las zonas de origen han experimentado una notable escasez de lluvias y una sequía prolongada. Esta condición de sequedad extrema ha facilitado que los fuertes vientos asociados a los sistemas de baja presión levanten el sedimento, enviándolo a grandes distancias hacia Japón, incluso en esta época del año.
RIESGOS PARA LA SALUD Y LA LIMPIEZA
La amenaza del Kōsa es doble. Por un lado, según el Ministerio del Medio Ambiente, su llegada está asociada al empeoramiento de síntomas alérgicos y el riesgo de agravar enfermedades respiratorias.
Por otro lado, genera problemas prácticos: el polvo fino puede adherirse y ensuciar la ropa que se tiende al aire libre, así como la superficie de los automóviles. Se recomienda tender la ropa en el interior de las casas. Para limpiar vehículos, se desaconseja usar toallas o trapos secos, ya que pueden rayar la pintura; en su lugar, se sugiere el lavado con agua a alta presión.
Para proteger la salud, las autoridades instan a la población a seguir tres puntos clave: verificar las últimas predicciones de la trayectoria del Kōsa, evitar las salidas innecesarias y el ejercicio físico intenso y prolongado al aire libre, especialmente cuando la concentración de polvo es alta. Los ancianos, niños y personas con afecciones respiratorias o circulatorias deben actuar con la mayor cautela. (RI/AG/IP/)
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