La policía antidrogas del Perú detuvo en Lima a una joven de 19 años, a su pareja, Iván Azadón Nishida (24), y a otras dos personas cuando intentaban traficar cerca de dos kilogramos de clorhidrato de cocaína con destino a Japón, donde está valorada en alrededor de 300 mil dólares.
La joven, que creció en Japón, fue interceptada el 15 de septiembre en el nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez, momentos antes de abordar un vuelo hacia Tokio. La droga se encontraba oculta en su equipaje, camuflada en cuatro paquetes de pulpa de lúcuma envueltos entre juegos de sábanas.
El coronel Richard Noriega, jefe de la División de Investigaciones de Tráfico de Drogas del Perú (DIRANDRO), confirmó al programa Cuarto Poder de América TV que la detección fue posible gracias a los equipos de inspección de la división, que identificaron irregularidades en el equipaje.
UN VÍNCULO SENTIMENTAL
La policía peruana sostiene que fue Azadón Nishida quien organizó y planificó el viaje e instigó a su enamorada a cometer el delito. «Lo que él buscaba era solamente tener un burrito para poder trasladar (la droga)», sostuvo el coronel Noriega.
Mensajes registrados por las autoridades demuestran cómo éste hombre le daba instrucciones precisas a Mary antes de abordar el vuelo y le advertía que «no hablara con nadie» ni dijera cuál era su destino.
NO ERA LA PRIMERA VEZ
La investigación reveló que esta no era la primera vez que la joven era utilizada como mula. El jefe policial informó que, en marzo de este año, Mary había viajado a Japón sin ser detectada, transportando en esa ocasión un kilogramo de droga valorado en unos 150.000 dólares.
Unas 12 horas antes de su última detención, cámaras de seguridad captaron a la joven recogiendo una bolsa blanca en el Callao, supuestamente la droga, la cual fue entregada posteriormente en un apartamento en Miraflores donde, según la policía, se manipuló su equipaje para ocultar la carga.
Tras la intervención de Mary, la DIRANDRO procedió a capturar a Iván, quien se encontraba en el aeropuerto limeño, y poco después a sus dos primos, identificados como Jefferson Nishida Isuiza y Luis Michi Nishida, como implicados directos en la operación.
Con todas las pruebas en su contra, y con celeridad, la joven burrier ha sido sentenciada en primera instancia, mientras las autoridades continúan investigando la magnitud total de la red de tráfico de drogas que opera hacia Japón. (RI/AG/IP/)
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