
En la madrugada del 3 de noviembre de 2024, la tranquilidad del distrito de Kamisuwacho, en la ciudad de Isesaki, prefectura de Gunma, fue abruptamente interrumpida por un violento enfrentamiento entre inmigrantes indonesios. El resultado: una persona muerta, varios heridos, 17 detenidos y vecinos conmocionados. «Lo que comenzó como una disputa personal terminó en una sangrienta batalla callejera, con cuchillos, barras de hierro y gritos desgarradores», narró el Gendai.
¿QUÉ OCURRIÓ ESE DÍA?
Alrededor de la 1 de la madrugada, en un complejo de departamentos ubicado a unos 2 kilómetros de la estación JR Isesaki, cuatro hombres salieron corriendo de uno de los apartamentos y comenzaron a golpear a otro hombre en plena calle. Uno de los agresores blandía una barra de hierro, con la que golpeó repetidamente a la víctima. Poco después, más personas —todos hombres indonesios— comenzaron a salir del edificio, sumándose al enfrentamiento con armas como cuchillos y hoces. Según los testigos, al menos 20 individuos participaron en la pelea.
El caos terminó cuando vecinos, alarmados por los gritos, llamaron a la policía y a los servicios de emergencia. Al llegar al lugar, las autoridades encontraron a varios hombres gravemente heridos. Uno de ellos, identificado como Abdulrohman, de 37 años, fue apuñalado dos veces en la espalda y murió en el hospital.
ARRESTOS Y SITUACIÓN LEGAL
La policía de la prefectura de Gunma realizó los arrestos ayer, más de dos meses después del ataque. En total, fueron detenidos 17 hombres de nacionalidad indonesia. Entre ellos se encuentra Luis Figo Richard Roger Matandatu, de 22 años, acusado de robo con homicidio. Otros cinco hombres fueron arrestados por presunta participación en el asesinato, mientras que otros ocho fueron detenidos por agredir a los atacantes, a modo de represalia. Tres de los detenidos no fueron procesados.
Todos los arrestados fueron también imputados por violaciones a la Ley de Inmigración y Refugiados de Japón, ya que se encontraban en situación de residencia irregular. La policía sospecha que más personas estuvieron involucradas y mantiene abierta la investigación.
UN CONFLICTO ENTRE BROKERS DE EMPLEO
Según allegados, los grupos estaban liderados por “brokers” —intermediarios que cobran comisiones presentar empleos—. Uno de estos brokers, del grupo atacante, venía exigiendo un pago pendiente a su contraparte del grupo rival. Ante la negativa de pago, decidió organizar a varios conocidos para recuperar el dinero por la fuerza. Sin embargo, el grupo rival también se había preparado para defenderse, lo que desencadenó el brutal enfrentamiento.
VECINOS ASUSTADOS POR LA VIOLENCIA
Vecinos del área relataron que los residentes del edificio donde ocurrió la pelea solían causar molestias con fiestas ruidosas y comportamientos desordenados. Una vecina de 40 años recordó que, al escuchar gritos esa noche, pensó que se trataba de una borrachera más. Solo al día siguiente, al ver la sangre esparcida por la calle y la fuerte presencia policial, comprendió la gravedad del hecho.
Otra residente relató que se despertó por el ruido de gente bajando corriendo las escaleras. Al mirar por la ventana, vio a varios hombres golpeando brutalmente a uno con una barra metálica de unos 50 centímetros. Cerró las cortinas presa del miedo y escuchó gritos y pasos durante varios minutos hasta que llegó la policía. (RI/AG/IP/)
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