Shohei Ohtani protagonizó una jornada histórica en el primer juego de la temporada en Estados Unidos al liderar la ofensiva en el partido de apertura en casa contra los Tigers. Bateador designado y ubicado en el primer puesto de la alineación, el reconocido lanzador de los Dodgers inició el encuentro con una actuación memorable. Los Dodgers ganaron 5-4.
La jugada, que ocurrió en el quinto inning cuando el marcador estaba a favor de su equipo por un solo punto, fue el resultado de una combinación perfecta entre técnica y potencia. Ohtani, al recibir el lanzamiento del lanzador rival, demostró una gran concentración y precisión. Con un swing decidido, la pelota salió disparada en dirección contraria a lo esperado, recorriendo una trayectoria curva que deslumbró tanto a los espectadores como a los comentaristas. La contundente conexión dejó ver la capacidad del jugador para cambiar el curso del partido en un solo golpe.
La reacción en el estadio no se hizo esperar. Los aficionados se levantaron de sus asientos, vitoreando y aplaudiendo con entusiasmo el acto heroico del jugador, que no solo aseguró la victoria sino que también subrayó su importancia en la alineación ofensiva de los Dodgers. La hazaña se suma a su historial impresionante en la temporada, en la que Ohtani ha mostrado una capacidad única para alternar entre su rol de lanzador y bateador, consolidándose como uno de los jugadores más versátiles y admirados del béisbol mundial.
En el partido anterior, Ohtani también había logrado anotar un jonrón, lo que convierte sus dos últimos juegos en un hito personal y una rareza para los jugadores internacionales en la apertura de la temporada en casa. Este doble logro marca la primera vez en ocho años que un jugador japonés logra conectar jonrones en dos partidos consecutivos de apertura en Estados Unidos, un logro que ha generado gran expectación y orgullo entre los seguidores de la comunidad japonesa en el béisbol.
Además, el rendimiento de Ohtani en la temporada de pretemporada ha sido destacado. Tras su regreso a Estados Unidos, participó en tres partidos de serie amistosa contra los Angels, alcanzando un promedio de bateo de .304, con un jonrón y cuatro carreras impulsadas, lo que evidencia su potencial para seguir siendo decisivo en momentos críticos. (RI/AG/IP/)
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