La compañía automotriz Nissan Motor se prepara para una nueva era con el mexicano Iván Espinosa como su próximo presidente y director ejecutivo, quien asumirá el cargo la próxima semana. Consciente de los múltiples desafíos que enfrenta la empresa, el ejecutivo mexicano ha asegurado que no habrá «tabúes» en la búsqueda de asociaciones estratégicas para fortalecer la competitividad de la compañía.
Durante una mesa redonda con los medios, Espinosa, actual director de planificación de Nissan, destacó la necesidad de encontrar socios que impulsen la empresa hacia «la próxima era de la tecnología». En los próximos diez años, dijo, Nissan debe enfocarse en el desarrollo de su capacidad para crear «autos inteligentes», lo que implica el uso de inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas para mejorar la experiencia de conducción y las funciones autónomas.
UNA APERTURA A NUEVAS ALIANZAS
Espinosa subrayó que las alianzas no deben limitarse a los fabricantes de automóviles tradicionales, ya que estos podrían carecer de ciertas competencias clave. Más allá de compartir costos en ventas, tecnología de propulsión y baterías, el nuevo líder de Nissan planteó una cuestión crucial: «¿Con quién deberíamos asociarnos para desarrollar el automóvil inteligente del futuro?».
El ejecutivo tomará las riendas de la empresa en un momento crítico, menos de dos meses después de que Nissan abandonara las negociaciones de fusión con Honda, una propuesta que muchos inversores consideraban una posible solución a la pérdida de competitividad de la compañía. A pesar de esto, Nissan sigue comprometida con la colaboración en electrificación y tecnologías de software para automóviles junto a Honda.
«Lo primero que pensé cuando me ofrecieron el puesto fue que un CEO normalmente enfrenta una o dos crisis importantes en su carrera… pero yo tengo que lidiar con cuatro o cinco», dijo Espinosa, quien fue nombrado líder de la compañía a principios de este mes.
UNA EMPRESA CON MORAL BAJA
Además de los problemas financieros y estratégicos, Espinosa reconoció la existencia de «una profunda crisis de moral» dentro de Nissan. «En este momento nos falta empatía en Nissan», afirmó. Según él, en tiempos difíciles es fácil caer en la cultura de la culpa y los señalamientos dentro de la empresa.
Por ello, ha insistido en la necesidad de trabajar como un solo equipo. «Necesitamos unirnos, trabajar mano a mano… con una dirección clara, ser rápidos, decididos y eliminar cualquier duda sobre lo que debemos hacer», sostuvo.
LANZAMIENTO DE PRODUCTOS
Para mejorar su competitividad, Nissan también debe reducir el tiempo de desarrollo de sus vehículos. Actualmente, la compañía tarda alrededor de 55 meses en lanzar un nuevo modelo, un plazo que Espinosa espera reducir a unos 37 meses o menos.
Otro desafío importante es el crecimiento de los ingresos. La empresa proyecta una pérdida neta de 80.000 millones de yenes (aproximadamente 532 millones de dólares) para el actual año fiscal, lo que representa su primer resultado en números rojos en cuatro años. Como consecuencia, las principales agencias de calificación han degradado la calificación crediticia de Nissan a nivel de «bono basura», con una perspectiva negativa.
Para revertir esta situación, Nissan planea renovar su portafolio de productos en mercados clave como Estados Unidos, donde las ventas han caído. A partir del año fiscal que comienza en abril, la compañía lanzará un modelo híbrido enchufable del SUV Rogue, con el fin de competir en un segmento de creciente popularidad.
En términos de tecnología híbrida, Nissan está desarrollando una nueva versión de su sistema e-Power, que mejorará la eficiencia de combustible en hasta un 15% en velocidades altas. Esta tecnología llegará a los consumidores estadounidenses en 2026 con un nuevo modelo del Rogue.
NUEVAS ESTRATEGIAS EV
En el ámbito de los vehículos eléctricos, Nissan está trabajando en una nueva generación del Leaf, su modelo insignia en este segmento. La nueva versión, que se lanzará en EEUU este año, contará con mejoras en aerodinámica, gestión de energía y autonomía, además de ser compatible con el estándar de carga norteamericano (NACS) de Tesla, convirtiéndose en el primer Nissan EV en adoptar esta tecnología.
Otro reto que Espinosa espera abordar es la debilidad de la imagen de marca de Nissan, un factor que ha afectado su desempeño comercial. «Mi visión del portafolio futuro es contar con cinco o seis modelos centrados en la marca que puedan llegar a la mayor cantidad de mercados posible», afirmó. Entre ellos, mencionó el SUV Patrol, el deportivo Z y el Leaf, modelos que, según él, ayudarán a reforzar la identidad de la marca bajo los conceptos de «emoción» y «tecnología». (RI/AG/IP/)
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