A partir del próximo 14 de abril, el transporte de ciertos productos agrícolas fuera de Okinawa estará restringido debido a la confirmación de la presencia de la mosca de la fruta Bactrocera facialis. Esta plaga, que afecta principalmente a las plantas de la familia de las cucurbitáceas, como el goya, las calabazas y las papayas, puede causar daños significativos a los cultivos, lo que ha motivado la implementación de medidas de control.
La Bactrocera facialis es una mosca de la fruta que se alimenta de los frutos de diversas plantas. Al poner sus huevos en los frutos, las larvas dañan las cosechas, lo que puede resultar en grandes pérdidas económicas para los agricultores. La presencia de esta plaga fue detectada en el norte de la isla de Okinawa desde el año pasado, y ante la gravedad de la situación, el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón (MAFF) ha decidido tomar medidas de emergencia.
A partir del 14 de abril, los productos afectados, como el «goya» (melón amargo o balsamina), las calabazas y las papayas, solo podrán ser enviados fuera de la isla después de someterse a un examen realizado por inspectores fitosanitarios. Esta restricción se aplicará en 26 municipios de la isla principal de Okinawa.
El jefe de la Oficina de Inspección Fitosanitaria de Naha, Yuji Aoki, destacó la importancia de la cooperación comunitaria para erradicar la plaga. «Estamos implementando medidas estrictas para controlar la Bactrocera facialis y solicitamos la cooperación de todos para evitar su propagación», señaló Aoki.
Además de las restricciones en el transporte de productos, las autoridades planean implementar una estrategia de control biológico. Esta consiste en liberar insectos estériles, los cuales son criados en condiciones especiales para que no puedan reproducirse. Al ser liberados, estos insectos estériles se emparejarán con las moscas fértiles de la misma especie, pero no producirán descendencia, lo que reducirá gradualmente la población de la plaga. Este método, conocido como la Técnica del Insecto Estéril (SIT, por sus siglas en inglés), se empleará como parte de los esfuerzos para controlar la propagación de la Bactrocera facialis.
Las autoridades locales también han instado a los residentes a abstenerse de cultivar hortalizas de la familia de las cucurbitáceas en sus huertos particulares para evitar la propagación de la plaga.
El periodo de «control de emergencia» estará vigente hasta finales de diciembre de este año, aunque podría modificarse dependiendo de la situación de la plaga. Este control se implementa bajo la Ley de Protección Fitosanitaria de Japón, y es la primera vez que se lleva a cabo en Okinawa. (International Press)
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