La Cámara de Diputados de Japón aprobó un presupuesto general revisado de 115,2 billones de yenes (773.000 millones de dólares) para el año fiscal 2025, luego de que el gobierno minoritario del primer ministro Shigeru Ishiba realizara concesiones para asegurar el respaldo de la oposición.
El presupuesto, originalmente elaborado en diciembre de 2024, fue modificado por primera vez en 29 años tras intensas deliberaciones parlamentarias a principios de este año, marcando la primera reducción en su monto desde 1955. Pese a haber sido recortado en aproximadamente 340.000 millones de yenes, sigue siendo el más alto registrado para un presupuesto inicial. Su aprobación final parece garantizada, ya que la coalición gobernante liderada por el Partido Liberal Democrático (PLD) de Ishiba tiene mayoría en la Cámara de Senadores.
INCERTIDUMBRE SOBRE SU IMPLEMENTACIÓN
A pesar de la aprobación en la Cámara Baja, el futuro del presupuesto sigue siendo incierto, ya que el PLD y su socio de coalición, Komeito, no lograron aprobarlo antes del plazo requerido para su implementación automática a partir del 1 de abril.
El ministro de Finanzas, Katsunobu Kato, enfatizó la importancia del presupuesto en una conferencia de prensa: «El presupuesto del año fiscal 2025 es esencial para que cada ciudadano se sienta próspero y para responder de manera adecuada a los cambios estructurales que enfrenta nuestra sociedad».
La derrota del PLD y Komeito en las elecciones generales de octubre de 2024, donde perdieron más de 70 escaños en total, ha complicado la aprobación de medidas clave en la Cámara Baja, que cuenta con 465 miembros.
NEGOCIACIONES CON LA OPOSICIÓN
Antes de la votación, el Partido de la Innovación de Japón (Nippon Ishin no Kai), que cuenta con 38 escaños, solicitó que se garantizara la gratuidad de la educación secundaria, mientras que el Partido Democrático del Pueblo (Kokumin Minshuto) propuso elevar el umbral de ingresos exentos de impuestos.
Ishin no Kai, con una fuerte presencia en la región de Kansai, respaldó el presupuesto revisado después de que el gobierno aceptara aumentar los subsidios para cubrir las tarifas escolares. Por su parte, el Kokumin Minshuto, que cuadruplicó su representación a 28 escaños en las últimas elecciones, rechazó la propuesta tras considerar insuficiente el aumento del umbral de ingresos exentos de impuestos de 1,03 a 1,6 millones de yenes, dependiendo del nivel de ingresos.
El primer ministro Ishiba aseguró que continuará las negociaciones sobre este punto y expresó en el Parlamento su intención de eliminar la práctica de ajustar las horas de trabajo de los ciudadanos en contra de su voluntad.
CRÍTICAS DESDE LA OPOSICIÓN
El Partido Constitucional Democrático de Japón (Rikken Minshuto), principal fuerza opositora, ha criticado el presupuesto, presionando al gobierno para que congele su plan de aumentar la carga financiera de los pacientes con altos costos médicos a partir de agosto de 2025.
Sin embargo, Ishiba ha defendido la necesidad de mantener la reforma. «Los servicios médicos de alto costo probablemente serán cada vez más frecuentes a medida que avanza la ciencia médica», sostuvo el primer ministro durante la sesión parlamentaria. (RI/AG/IP/)
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