La actriz y cantante japonesa Miho Nakayama, conocida por su legado en la televisión, el cine y la música, ha sido hallada muerta en su residencia del distrito de Shibuya, Tokio, este 6 de diciembre. Según informaron las autoridades, la artista, de 54 años, fue encontrada en la bañera de su hogar. No se detectaron signos de violencia ni se encontraron cartas que sugieran intenciones autolesivas, por lo que la Policía Metropolitana de Tokio investiga las circunstancias bajo la hipótesis de un fallecimiento por causas naturales, posiblemente relacionado con algún tipo de enfermedad.
La noticia llegó tras una llamada de emergencia realizada al mediodía de este miércoles. Según fuentes oficiales, un conocido de Nakayama, preocupado por su ausencia en un compromiso laboral, acudió a su domicilio acompañado de otra persona con acceso a las llaves del inmueble. Fue entonces cuando se descubrió el cuerpo en el baño, ya sin signos vitales.
El inesperado fallecimiento conmocionó al mundo del entretenimiento japonés. Su agencia de representación emitió un comunicado expresando su “profundo pesar” y solicitando a los medios respetar la privacidad de la familia y evitar especulaciones.
UNA CARRERA BRILLANTE
Miho Nakayama irrumpió en el panorama artístico en 1982, cuando fue descubierta en el icónico barrio de Harajuku, Tokio. Su debut como actriz llegó en 1985 con la serie “Maido Osawagase Shimasu”, y ese mismo año lanzó su carrera musical con el sencillo “C”. Conocida cariñosamente como Miporin por sus seguidores, Nakayama pronto se convirtió en una de las estrellas más importantes de Japón durante la década de los ochenta y noventa.
Entre sus éxitos musicales destacan temas como “WAKU WAKU Sasete”, “Tsuiteiru ne Notteiru ne” y “Sekai-ju no Dare Yori Kitto”, este último en colaboración con la banda WANDS. Su impacto en la música se reflejó en su presencia constante en el prestigioso programa Kōhaku Uta Gassen de la NHK durante siete años consecutivos.
En el cine, su papel más memorable llegó en 1995 con el filme “Love Letter”, dirigido por Shunji Iwai. La película fue un éxito crítico y comercial que cimentó su posición como una de las actrices más respetadas de su generación. En 1997, su interpretación en “Tokyo Biyori”, dirigida por Naoto Takenaka, le valió el Premio de la Academia de Japón como Mejor Actriz Protagonista.
Nakayama tenía programado un concierto navideño para esta misma noche en el Billboard Live Osaka, un evento que había generado gran expectativa entre sus seguidores. Sin embargo, su página oficial anunció la cancelación del evento por causas no especificadas que se interpretaron como asuntos de salud, lo que ahora cobra un significado trágico. (RI/International Press)
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