La vigésima encuesta de opinión conjunta entre Japón y China, realizada por la organización japonesa Genron NPO y el grupo chino China International Communications Group, ha revelado un aumento significativo en las percepciones negativas hacia Japón por parte de los ciudadanos chinos. Los resultados, presentados ayer 2 de diciembre, destacan un deterioro en la relación entre ambos países, con implicaciones políticas y sociales.
Según los datos, el 87,7% de los encuestados en China expresó tener una imagen negativa de Japón, una cifra que representa un aumento de 24,8 puntos porcentuales con respecto al año anterior. Este porcentaje se acerca al récord histórico registrado en 2013, cuando la disputa por las islas Senkaku/Diaoyu llevó las tensiones bilaterales al máximo.
Por su parte, en Japón, el 89% de los encuestados mantuvo una percepción negativa de China, aunque esta cifra supone una ligera disminución de 3,2 puntos porcentuales en comparación con el año pasado.
Un hallazgo destacado es que el 59,6% de los encuestados en China consideró que las relaciones con Japón no son importantes, marcando un aumento de 40,5 puntos porcentuales respecto al año anterior. Este dato representa un récord histórico y refleja un cambio en las prioridades del público chino, posiblemente influenciado por factores políticos y mediáticos.
Entre las razones principales señaladas por los ciudadanos chinos para este distanciamiento, destaca la decisión del gobierno japonés de vertir al océano el agua tratada de la planta nuclear de Fukushima. Esta acción fue mencionada por el 35,5% de los encuestados, un aumento de 29,7 puntos porcentuales, lo que subraya el impacto ambiental como un eje crítico en la relación bilateral.
LAS REDES SOCIALES CHINAS
La encuesta también reveló que el 75,2% de los encuestados en China obtiene información sobre Japón a través de los medios de comunicación locales, y que más de la mitad accede a esta información a través de dispositivos móviles e internet. Este predominio de los medios digitales y las redes sociales ha facilitado la proliferación de contenidos negativos sobre Japón, lo que podría estar exacerbando las tensiones.
En plataformas chinas de redes sociales, como Weibo, se han multiplicado los comentarios anti-japoneses, con publicaciones que critican desde decisiones gubernamentales hasta aspectos culturales, influyendo directamente en la percepción pública de Japón. (RI/AG/IP/)
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