En una entrevista concedida al diario Pravda ucraniano, Valerii Zaluzhnyi, ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania y actual embajador en el Reino Unido, lanzó una declaración inquietante: “La Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado”. Estas palabras, pronunciadas el 20 de noviembre tras un evento de reconocimiento a líderes ucranianos, marcan un hito en la retórica sobre el conflicto en curso y subrayan las dimensiones globales de la guerra en Ucrania.
Zaluzhnyi, es un exgeneral muy popular, fue destituido de su cargo en febrero de este año, en medio de especulaciones sobre su incapacidad para lograr los objetivos de la contraofensiva ucraniana en 2023. Apodado «el general de hierro», lideró al ejército ucraniano desde el comienzo de la invasión rusa, haciendo retroceder una fuerza invasora mucho más poderosa en los primeros meses del conflicto.
En sus declaraciones a Pravda, Zaluzhnyi describió un escenario bélico atrapado en un “punto muerto tecnológico”. Según el militar, la irrupción de tecnologías avanzadas, como drones, robots de combate y sistemas de inteligencia artificial, ha cambiado radicalmente las reglas del juego. «Los robots han hecho imposible el movimiento masivo de soldados en el campo de batalla. Esto ha provocado un estancamiento operacional tanto para Ucrania como para Rusia», afirmó.
El embajador proyecta que este proceso evolutivo alcanzará un clímax en 2027, momento en que las naciones comenzarán a acumular nuevas armas basadas en tecnologías más avanzadas, como inteligencia artificial, y adaptarán sus doctrinas militares a estas capacidades. Sin embargo, advirtió sobre el peligro inherente de estas innovaciones: “El desarrollo tecnológico debe tener límites. Si permitimos que la inteligencia artificial penetre en todas las áreas, corremos el riesgo de deshumanizarnos como sociedad”.
LA ESTRATEGIA RUSA DEL DESGASTE
Zaluzhnyi subrayó que Rusia ha adoptado una estrategia de «desgaste» para debilitar a Ucrania tanto militar como económicamente. Esta táctica incluye ataques masivos contra infraestructuras civiles, campañas de desinformación y el uso de armas cognitivas para socavar el apoyo popular a la guerra dentro de Ucrania.
“Estamos viendo cómo Rusia utiliza bombardeos sostenidos para desmoralizar y presionar a nuestra población. Además, las operaciones psicológicas y la manipulación informativa buscan cambiar la percepción de los ucranianos sobre la guerra”, detalló.
El militar enfatizó que, aunque esta estrategia impone un alto coste humano y económico a Ucrania, también deja en evidencia las limitaciones de Rusia. «No tienen los recursos para grandes avances territoriales. Lo que vemos es un intento de empujar gradualmente nuestras posiciones, pero al precio de pérdidas significativas», añadió.
UN CONFLICTO GLOBALIZADO
Para Zaluzhnyi, el conflicto ya ha superado los límites de Ucrania. Argumentó que las armas y la influencia de actores como Corea del Norte, Irán y China han internacionalizado la guerra. “Tenemos misiles norcoreanos impactando en nuestro territorio, drones iraníes matando a civiles y componentes chinos en las armas rusas. Esto ya no es solo una guerra entre Rusia y Ucrania; el mundo entero está involucrado, directa o indirectamente”, sostuvo.
Según su análisis, el desenlace de este conflicto dependerá en gran medida de la respuesta internacional. Criticó la falta de acción decisiva por parte de los aliados occidentales, que, a su juicio, subestiman la magnitud del desafío: “Aún existe la oportunidad de detener esta guerra en Ucrania, pero parece que nuestros socios no entienden la urgencia de la situación”.
LA FRAGILIDAD EUROPEA
Al ser preguntado sobre si los países occidentales están preparados para una guerra de desgaste como la que propone Rusia, Zaluzhnyi expresó dudas. “El número de misiles y drones que enfrentamos en Ucrania es inmenso. Europa no tiene los recursos suficientes para resistir este nivel de hostilidades a largo plazo”, advirtió.
El embajador también mencionó que las capacidades defensivas, como los sistemas de misiles Patriot, son limitadas y extremadamente costosas, lo que dificulta su reposición en caso de un conflicto prolongado. «En el frente, estamos viendo miles de bombas aéreas guiadas que tienen un impacto similar al de los misiles balísticos Iskander. Occidente simplemente no está equipado para manejar un volumen tan alto de ataques», sentenció.
“LA GUERRA YA ESTÁ AQUÍ”
En una conclusión alarmante, Zaluzhnyi reiteró que el mundo ya está inmerso en un conflicto global. “La Tercera Guerra Mundial no es algo que pueda evitarse en el futuro; ya ha comenzado. Ucrania está en la primera línea de esta guerra y, lamentablemente, no está luchando solo contra Rusia. Estamos enfrentando un frente amplio, compuesto por varias naciones hostiles que buscan nuestra destrucción”, afirmó.
Sin embargo, Zaluzhnyi también hizo un llamado a la esperanza. Cree que, si el mundo actúa ahora, aún hay tiempo para cambiar el rumbo: “Dios le ha dado al mundo una oportunidad para detener esta guerra aquí, en Ucrania. Pero depende de todos nosotros aprovecharla”. (RI/AG/IP/)
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