Entre las iniciativas clave se incluye el regreso de los subsidios para facturas de electricidad y gas durante tres meses a partir de enero de 2025, así como la entrega de 30.000 yenes a hogares de bajos ingresos exentos del impuesto residencial. Además, se mantendrán los subsidios a la gasolina, aunque con una reducción progresiva de los mismos desde diciembre.
AJUSTES FISCALES Y MEDIDAS DE ALIVIO
El paquete también aborda la reforma fiscal, con un compromiso para revisar el llamado “muro de los 1,03 millones de yenes”, un límite de ingresos anuales que actualmente restringe a muchos trabajadores a tiempo parcial debido a las implicaciones fiscales y de seguridad social. Esta reforma será discutida como parte de las modificaciones fiscales previstas para el ejercicio fiscal 2027.
Para financiar estas medidas, el gobierno prevé un presupuesto suplementario de 13,9 billones de yenes (unos 90.000 millones de dólares) , que será presentado al Parlamento.
En una reunión previa con la coalición gobernante, el primer ministro Shigeru Ishiba subrayó que el paquete económico está diseñado para fomentar el crecimiento sostenible de la economía nacional y local, superar los desafíos del aumento de precios y garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. «Nuestro objetivo es que estas políticas lleguen a todos, incrementando salarios e ingresos», destacó.
Este paquete llega en un contexto de creciente preocupación por el impacto económico de la inflación en Japón, un país que históricamente ha luchado con la deflación, pero que ahora enfrenta una presión inflacionaria que afecta tanto a las empresas como a los hogares. (RI/AG/IP/)