«La cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte representa una amenaza tanto para la seguridad del Indo-Pacífico como para la Euroatlántica», declaró Mark Rutte, secretario general de la OTAN, después de reunirse con una delegación surcoreana para discutir el despliegue norcoreano. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó este desarrollo como «muy peligroso».
El Pentágono estima que unos 10.000 soldados norcoreanos han sido enviados a Rusia, una cifra significativamente mayor a los 3.000 calculados la semana pasada. Según la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, algunos de estos efectivos han sido trasladados a posiciones más cercanas a Ucrania, y se teme que Rusia planee emplearlos en operaciones de combate en la región de Kursk.
Inicialmente, el Kremlin desestimó los informes sobre la presencia norcoreana, tildándolos de «noticias falsas». Sin embargo, el presidente ruso, Vladímir Putin, no negó la existencia de tropas norcoreanas en territorio ruso y afirmó que es decisión de Moscú cómo implementar su tratado de colaboración con Pyongyang.
Además, Putin advirtió el fin de semana que Moscú responderá en caso de que EEUU y sus aliados permitan que Ucrania realice ataques en profundidad en territorio ruso, considerando que tal aprobación representaría una «implicación directa de la OTAN» en el conflicto. Pese a estas declaraciones, Estados Unidos no ha dado señales de que permitirá dichos ataques.
Un funcionario de la cancillería norcoreana evitó confirmar los reportes sobre el despliegue de tropas, aunque sugirió que, de haberse producido, dicha acción se alinearía con «normas internacionales».
RESPUESTA DE UCRANIA Y SUS ALIADOS
Desde agosto, cuando las fuerzas ucranianas llevaron a cabo una importante incursión en la región fronteriza de Kursk, la inteligencia militar ucraniana había señalado la presencia de tropas norcoreanas. Sin embargo, el Pentágono no ha confirmado que las fuerzas norcoreanas ya se encuentren en Kursk, aunque Singh indicó que probablemente se están moviendo en esa dirección.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el movimiento de tropas norcoreanas como una «escalada» por parte de Rusia, mientras que Andrii Sybiha, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, expresó que Kiev lleva semanas advirtiendo sobre esta posibilidad y criticó la falta de una respuesta contundente por parte de sus aliados. “La solución: levantar las restricciones sobre nuestros ataques de largo alcance contra Rusia ahora”, publicó en X.
Desde el año pasado, Corea del Norte y Rusia han reforzado sus lazos militares, con una serie de reuniones de alto nivel y la firma de un acuerdo de defensa mutua en junio. Esta cooperación ha crecido desde que ambos países establecieron una asociación estratégica integral.
DESESPERACIÓN EN RUSIA, SEGÚN LA OTAN
Mark Rutte también señaló que el despliegue de tropas norcoreanas evidencia una «creciente desesperación» por parte de Putin. «Más de 600.000 soldados rusos han sido asesinados o heridos en la guerra de Putin, y él es incapaz de sostener su ofensiva en Ucrania sin apoyo extranjero», afirmó Rutte.
Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente ucraniano, enfatizó que solo las sanciones no serán suficientes para contrarrestar la participación de Corea del Norte en el conflicto. Yermak insistió en que Kiev necesita «armas y un plan claro para prevenir la expansión de la intervención norcoreana». (RI/AG/IP/)
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