El caso ha captado la atención por el uso indebido de la IA en la creación del código fuente del ransomware, que es el conjunto de instrucciones que permite que el virus funcione. Aunque el programa no fue utilizado para llevar a cabo un ataque, la fiscalía destacó que el simple hecho de su creación representa una amenaza considerable para la sociedad. Según la acusación, la naturaleza de este acto fue calificada como «extremadamente maliciosa», ya que podría ser empleada para futuros crímenes.
El informe presentado por la fiscalía indicó que Hayashi utilizó dispositivos electrónicos como ordenadores y teléfonos móviles para desarrollar el código a finales de marzo de 2023. El programa tenía la capacidad de cifrar archivos específicos y mostrar mensajes exigiendo pagos en criptomonedas a cambio de su liberación.
Además de este cargo, Hayashi también enfrenta acusaciones por fraude y violación de la ley que previene el lavado de dinero. Según los fiscales, el acusado abrió cuentas de criptomonedas utilizando identidades falsas para facilitar la transacción de fondos ilícitos. (RI/NI/IP/)
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