La situación diplomática entre Japón y Bielorrusia se ha tensado considerablemente tras el arresto de un ciudadano japonés acusado de espionaje en Bielorrusia. Ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Bielorrusia convocó al embajador japonés en Minsk, Hiroyuki Yamamoto, para protestar oficialmente por lo que consideran una violación de su seguridad nacional. Según las autoridades bielorrusas, el detenido, Masatoshi Nakanishi, estaría involucrado en actividades de espionaje que comprometían la seguridad del país.
El gobierno japonés, a través de su embajador, solicitó la suspensión de un controvertido programa emitido en la televisión estatal de Bielorrusia que presenta a Nakanishi como un espía al servicio de las agencias de inteligencia japonesas. Japón considera que la emisión del programa viola los derechos humanos del detenido, quien aún no ha sido juzgado. En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Bielorrusia calificó la solicitud de Tokio de «absurda», afirmando que no tenían intención de suspender el programa.
El programa, titulado «El fracaso del samurái japonés», presenta lo que la televisión bielorrusa asegura que son pruebas de la participación de Nakanishi en actividades de supuesto espionaje. Sin embargo, Japón ha rechazado estas acusaciones y ha protestado formalmente por lo que considera un juicio mediático antes de que se celebre el proceso judicial. Las autoridades bielorrusas, por su parte, aseguran que Nakanishi está cooperando voluntariamente con la investigación y que sus acciones han vulnerado la soberanía nacional.
El Ministerio de Exteriores de Bielorrusia ha asegurado que la investigación está en su fase final y que el tribunal será el encargado de dictar sentencia en base a la legislación vigente. Mientras tanto, el gobierno japonés sigue pidiendo respeto por los derechos humanos y un juicio justo para su ciudadano detenido. (RI/International Press)
