En varios festivales de fuegos artificiales (hanabi) en Japón, el vuelo no autorizado de drones, presumiblemente con fines de filmación y operados por el personal del público, ha provocado interrupciones debido a la cercanía de los drones a los fuegos artificiales, se quejaron los organizadores en Yomiuri Shimbun.
Aunque en estos eventos solo se permite el vuelo de drones autorizados por el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón o por los organizadores, se ha observado que algunos turistas extranjeros, desconocedores de las reglas, vuelan sus drones sin autorización. Esta situación ha generado problemas para los organizadores, quienes buscan una solución.
INCIDENTE EN TENJIN
Uno de los incidentes ocurrió la noche del pasado 25 de julio durante el festival Tenjin, uno de los tres festivales más importantes de Japón, en Osaka. En esta ocasión, un dron voló sobre las cabezas de los espectadores y aterrizó en manos de un hombre entre la multitud.
Este hombre, un turista de unos cuarenta años proveniente de Taiwán, explicó que desconocía la prohibición de vuelo en la zona. Tras el incidente, guardó el dron en su estuche y se alejó.
REQUISITOS Y PERMISOS
Según la Ley de Aviación de Japón, se requiere un permiso previo del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo para volar drones de más de 100 gramos en áreas específicas, como cerca de aeropuertos, sobre áreas densamente pobladas y a más de 150 metros de altura.
Además, se necesita una autorización para volar sobre áreas peligrosas, incluidas las sedes de eventos como los festivales de fuegos artificiales. Sin embargo, la mayoría de las solicitudes de vuelo en estas áreas son denegadas debido a la peligrosidad, y los organizadores suelen prohibir el vuelo de drones en los alrededores de los hanabi.
VIGILANCIA DIFÍCIL
Desde 2023, al menos seis festivales han enfrentado interrupciones debido a vuelos no autorizados de drones. En Bizen, Okayama, el 20 de julio, a pesar de las advertencias previas, un dron voló cerca de los fuegos artificiales, causando una interrupción de cinco minutos.
En Maebashi, Gunma, en agosto del año pasado, una interrupción de veinte minutos llevó a que algunos espectadores abandonaran el evento. Los organizadores de un festival en Hashimoto, en Wakayama, se enfrentaron a dificultades para identificar la procedencia de los drones, reconociendo que las advertencias tienen un alcance limitado.
CADA VEZ MÁS DRONES
Incluso sin llegar a interrumpir los eventos, el vuelo no autorizado de drones sigue siendo un problema. En el festival de fuegos artificiales de Naniwa Yodogawa, se observaron hasta diez drones volando sobre los edificios de Umeda, a unos dos kilómetros del lugar del evento.
Según los organizadores, la cantidad de drones aumenta cada año, lo que los ha llevado a reforzar las advertencias contra el vuelo no autorizado durante el festival programado para el 3 de agosto.
¿CONSECUENCIAS LEGALES?
El abogado especializado en regulación de drones, Masahiro Kobayashi, ha señalado Asahi TV los riesgos de seguridad asociados con la interacción entre drones y fuegos artificiales.
Si un dron y un proyectil de fuegos artificiales colisionan, podría haber cambios de trayectoria y accidentes. Además, el vuelo no autorizado de drones puede llevar a sanciones por violaciones a la Ley de Aviación y por interferencia con el trabajo.
En casos extremos, si un festival se cancela debido a estas interrupciones, los responsables podrían enfrentarse a demandas por daños y perjuicios. En general, existe la posibilidad de endurecer las normas de control tanto como la divulgación de las reglas actuales. (RI/International Press)
