El lunes, poco después de las 2 de la tarde, el departamento de bomberos en la prefectura de Nagano recibió una llamada de emergencia.
Un bebé de dos meses y una niña de un año habían quedado atrapados dentro del coche de sus padres en un día en el que la temperatura superó los 37 grados centígrados.
El vehículo estaba estacionado en un aparcamiento al aire libre, revela el sitio News On Japan.
Los padres habían salido del coche para atender a sus otros niños y los dos pequeños que se quedaron cerraron accidentalmente las puertas.
Cuando los padres retornaron el automóvil estaba cerrado, con las llaves dentro, y no pudieron abrirlo.
Los bomberos llegaron al lugar y una media hora después del involuntario encierro rescataron a los menores rompiendo con cuidado la ventana del asiento del pasajero.
El aire acondicionado estaba encendido, pero la temperatura en el interior del vehículo era muy alta.
Un bombero que participó en el rescate dijo que los rostros de los niños estaban muy rojos y que sudaban mucho.
Ambos fueron llevados a un hospital. La temperatura corporal de la niña había subido a más de 37,5 grados.
Para prevenir situaciones como la mencionada, el bombero dijo que “los niños son curiosos por naturaleza y pueden encerrarse accidentalmente dentro de un coche”, razón por lo cual los padres siempre deben llevar las llaves consigo. (International Press)
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