Algunas personas lavan sus toallas de baño (バスタオル) a diario, mientras que otras, debido a la falta de tiempo, optan por hacerlo cada 2 o 3 días e incluso después de semanas. Pero, ¿es seguro secarse con una toalla sin haberla lavarla? ¿Qué impacto puede tener en la piel?
La dermatóloga Kaori Ando, de la Clínica Odontológica y Dermatología Ando en Showa-ku, Nagoya, señaló los puntos importantes sobre el uso de la toalla de cara o de cuerpo.
Recomendación fundamental. Es necesario lavar diariamente las toallas utilizadas por bebés y ancianos.
Las toallas utilizadas para secar el cuerpo acumulan sebo, células muertas de la piel, sudor y suciedad. Aunque se cuelguen para secar adecuadamente, es inevitable que las bacterias se reproduzcan.
En general, la piel tiene una función de barrera que previene la entrada de diversos elementos externos. Las personas sin infecciones cutáneas y con una función de barrera cutánea normal no requieren, necesariamente, lavar la toalla de baño a diario, pero si se deja húmeda, las bacterias pueden proliferar.
CUIDADO MÍNIMO PARA LA TOALLA
Después de usarla, cuelgue la toalla en un lugar bien ventilado y, si es posible, lávela cada dos días. Por supuesto, secarse con una toalla que ha acumulado bacterias no es higiénico, por lo que se recomienda lavarla diariamente para bloquear cualquier riesgo de infecciones.
Los bebés tienen una piel más delgada en comparación con los adultos, y sus células forman una barrera cutánea, llamada «células córneas» que son más pequeñas y desiguales, lo que significa que no tienen la capacidad de evitar la invasión de sustancias extrañas. Además, las personas mayores también necesitan cuidados porque tienen un recambio celular más lento en la piel, lo que hace que la capa córnea cutánea sea irregular y la función de barrera de contención se debilite con el tiempo. También hay personas que, debido a condiciones como la dermatitis atópica o la psoriasis, ya tienen una función de defensa débil en la piel.
Las personas con una función de barrera cutánea débil tienen una menor capacidad para prevenir la invasión de sustancias extrañas, y es más probable que tengan pequeñas lesiones en la piel. Si se secan con una toalla que ha acumulado bacterias, existe el riesgo de que las bacterias penetren a través de estas pequeñas heridas y causen infecciones cutáneas.
ADVERTENCIA SOBRE BACTERIAS Y VIRUS
Para aquellos que ya sufren de infecciones cutáneas, lavar la toalla de baño diariamente es crucial para mantener la salud. Las infecciones cutáneas pueden ser causadas por bacterias, hongos y virus.
En el caso de las infecciones bacterianas, una de las más comunes en los niños es la contagiosa «impétigo». Esta afección se produce cuando las bacterias penetran en una herida causada por rascarse una erupción cutánea que se mantiene o expande cuando más ganas de rascarse hay.
Debido a que las bacterias habitan en las partes húmedas y pruriginosas de las heridas, es fundamental limpiarlas a fondo. Además, después de la limpieza, es necesario secar con una toalla limpia para evitar que el impétigo se propague. Por lo tanto, se recomienda lavar la toalla de baño diariamente.
EL CASO BACTERIANO DEL ACNÉ
Un caso común de infección bacteriana en la piel es el acné, causado por las llamadas «Propionibacterium acnes» que proliferan en los poros. Después de lavarse la cara, es importante secarla con una toalla limpia. No importa cuánto se limpie la cara o se trate el acné, si se utiliza una toalla sucia, el problema no mejorará.
Existen enfermedades cutáneas como la celulitis y la erisipela, que se producen cuando las bacterias entran a través de pequeñas heridas en la piel. Estas afecciones pueden causar enrojecimiento e hinchazón en la piel, dolor y fiebre alta, y en casos graves, pueden provocar septicemia, una enfermedad en la que las bacterias ingresan al torrente sanguíneo. Es fundamental mantener la zona afectada limpia y recibir un tratamiento adecuado con antibióticos.
LA TOALLA Y EL PIÉ DE ATLETA
Pasando a las infecciones fúngicas, un ejemplo común es el pie de atleta causado por el hongo de la tiña. Después de bañarse, este hongo aún puede estar presente en los pies, lo que significa que también estará presente en la toalla utilizada para secarse el cuerpo. Si bien el hongo de la tiña se elimina con el lavado, puede expandirse con la toalla, lo que representa un riesgo de reinfección.
Por mucho que se trate con medicamentos tópicos, si se seca el pie con una toalla contaminada con el hongo de la tiña, el pie de atleta no se curará por completo y crecerá. Especialmente al compartir toallas no lavadas entre miembros de la familia, existe el riesgo de contagio.
También hay infecciones causadas por un tipo de hongo llamado «Malassezia», como la pitiriasis versicolor. Esta infección se caracteriza por manchas ovaladas de color rojo o marrón en la piel que pueden no ser pruriginosas, lo que lleva a muchas personas a buscar tratamiento solo cuando la erupción se ha extendido por todo el cuerpo. Esta afección es común en verano cuando se suda mucho, y se puede mejorar manteniendo la piel limpia y usando medicamentos antimicóticos tópicos.
La Malassezia es responsable también de otras afecciones, como el acné corporal y la dermatitis seborreica, que causa una erupción rojiza con escamas en áreas grasosas como la cabeza y la cara.
Si bien la Malassezia es un hongo que normalmente habita en la piel, puede causar problemas cuando se multiplica en un ambiente húmedo. Por lo tanto, es importante limpiar a fondo y secar con una toalla limpia. Para aquellos que ya sufren de infecciones cutáneas, lavar la toalla de baño diariamente es crucial para mantener la salud. (RI/AG/International Press)