En 2023 hubo 887 accidentes causados por conductores “distraídos”, que usaban un teléfono móvil u otro dispositivo electrónico mientras manejaban.
De ellos, 25 fueron mortales y 97 provocaron lesiones graves, según datos de la Agencia de Policía Nacional de Japón.
La suma de ambos, 122, es una cifra récord, la más alta desde que se llevan registros al respecto en 2007, advierte NHK.
La proporción de accidentes mortales causados por conductores que estaban distraídos mirando sus teléfonos u otros dispositivos fue 3,8 veces mayor que la de los accidentes provocados por otras razones.
Las personas al volante que utilizan dispositivos electrónicos tienden a detectar más tarde un obstáculo o peligro, o a tardar en sortearlo.
Esto, en muchos casos, deriva en daños de gravedad.
Hace cinco años, Japón impuso sanciones más duras por el uso de dispositivos electrónicos mientras se conducen vehículos.
La medida de triplicar la multa a 18.000 yenes (121 dólares) tuvo un impacto positivo inicial, pues el número de accidentes mortales disminuyó de 105 en 2019 a 66 en 2020, pero comenzó a aumentar a partir de 2021, según Jiji Press.
El comisionado general de la Agencia Nacional de Policía, Yasuhiro Tsuyuki, alertó de que conducir mientras se usa un teléfono celular es “extremadamente peligroso”.
Tsuyuki sustentó su advertencia haciendo hincapié en que la posibilidad de un accidente con muertos, causado por un conductor distraído con un dispositivo, es casi cuatro veces mayor. (International Press)