En diciembre pasado, el director de un colegio de secundaria público en la prefectura de Hyogo entró a una tienda de conveniencia durante la hora del almuerzo y pagó 110 yenes (0,74 dólares) por un café regular.
Sin embargo, en la máquina de autoservicio no presionó el botón de café regular, sino el de café grande, que cuesta 180 yenes (1,21 dólares), revela el portal SoraNews24.
El hombre de 59 años salió de la tienda sin darse cuenta de que un empleado del establecimiento lo había visto.
Cuando estaba a punto de subir a su automóvil, el trabajador lo llamó e impidió que se fuera.
Luego se comunicó con la policía y mientras esperaban su llegada lo interrogó.
El director confesó que había hecho lo mismo dos veces antes. La policía llegó, también lo interrogó, pero no se presentó acusación contra él.
El hombre se salvó de un arresto, pero la noticia llegó a la Junta de Educación de Hyogo.
Las autoridades educativas de Hyogo interrogaron al director, y este admitió haber hecho trampa un total de siete veces desde junio del año pasado por un total de 490 yenes (3,3 dólares).
El hombre dijo que la primera vez ocurrió por accidente, pero cuando notó que en su vaso de café regular entraba el contenido de un café grande y que los empleados no decían nada, siguió haciéndolo.
Finalmente, esta semana la junta de educación decidió despedirlo por una “falta grave impropia de un servidor público educativo”. Además, ofreció disculpas a la gente.
El incidente originó comentarios contrapuestos:
“Es un mal ejemplo para los niños si alguien no rinde cuentas por sus delitos”.
“¿Este tipo es despedido, pero los directores que encubren el ijime no?”.
“Arruinó su vida por 490 yenes”.
“Pero cuando los políticos lo hacen un millón de veces peor, no pasa nada”.
(International Press)
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