38 años de espera para comer unas croquetas hechas con carne de Kobe

Croqueta Kiwami (www.asahiya-beef.com)

Asahiya es una carnicería en la prefectura de Hyogo que se ha hecho célebre por sus croquetas kiwami, hechas con la exclusiva carne de Kobe.

Su dueño, Shigeru Nitta, un hombre de 59 años, solo acepta pedidos en línea y hay tanta demanda por sus croquetas que el tiempo de entrega ha aumentado a la inverosímil cantidad de 38 años, informa Mainichi Shimbun.


Nitta solo vende 200 unidades por día y para fines de 2023 había una lista de espera de alrededor de 63.000 personas.

Kiwami está rellena con 30 gramos de carne de Kobe de 3 años (especialmente tierna y sabrosa) e incluye papas de una variedad con un alto contenido de azúcar para combinar con el sabor de la carne, y cebollas de la isla de Awaji, también en Hyogo.

¿Su precio? 540 yenes (3,7 dólares).


Las croquetas fueron el resultado de repetidas pruebas. Su fama, amplificada por los medios de comunicación, no es reciente.

En 2016, el tiempo de espera tras una acumulación de reservas año tras año llegó a los 14 años.

14 años es mucho tiempo de espera, pensó Nitta, que decidió no aceptar más pedidos por un tiempo. En aquel entonces vendía cada pieza por 300 yenes.


Sin embargo, ante las peticiones de clientes que le decían que esperarían el tiempo necesario y que no les importaría pagar más, en 2019 volvió a aceptar reservas.

Nitta recuerda que un cliente, un paciente con cáncer, había vuelto a hacer una reserva de las croquetas aunque el tiempo de espera fuera largo (o precisamente por eso). “Las pedí nuevamente para animarme a estar allí cuando las entreguen”, le dijo.


Asahiya logró reducir el tiempo de espera a 10 años, pero la galopante demanda volvió a crecer.

Y eso que Nitta -que heredó un negocio que ha pertenecido a tres generaciones de su familia (desde 1926)-, cuando comenzó a vender carne en línea, en el lejano 1999, creyó que no tendría éxito.

“La carne es algo que se ve con los ojos antes de comprarla. Probablemente no se venderá”, pensó.

Fue todo lo contrario. Le llegaron pedidos desde lugares tan lejanos como la prefectura de Hokkaido, la más septentrional de Japón, y se dio cuenta de que mucha gente quiere probar la carne de Kobe pero no puede conseguirla.

Las croquetas kiwami son un medio barato para probar la famosa carne.

“Ahora la carne de Kobe es la más cara del mundo y está fuera del alcance de la persona promedio. Quiero que mucha gente pruebe la mejor carne”, dice a Mainichi.

Ahora bien, ¿qué pasa si la persona que hizo el pedido años antes ya no vive o se ha mudado?

Antes de hacer el envío, la tienda se pone en contacto con los clientes por correo electrónico y por teléfono para confirmar el pedido y la dirección de entrega.

Las croquetas se envían congeladas y se pagan tras su entrega.

Sitio web: www.asahiya-beef.com. (International Press)

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