En un escenario desolador, marcado por los estragos del terremoto en la prefectura de Ishikawa, Anamizu, un hombre enfrenta la devastadora realidad de haber perdido a su familia completa. Naoyuki Teramoto, un padre de familia de 52 años, natural de Kanazawa.
La tragedia golpeó a la familia Teramoto durante las celebraciones de Año Nuevo. Había planeado reunirse con su familia en la casa de sus suegros en Anamizu, prefectura de Ishikawa, pero se vio retrasado por motivos de trabajo.
Cuando ocurrió el terremoto y la vivienda fue sepultada por el derrumbe de la montaña contigua estaban juntos su esposa de 53 años, tres hijos varones de entre 19 y 23 años, su hija de 15, sus suegros y el hermano menor de su esposa con su familia. Diez personas en total.
Las últimas comunicaciones de Teramoto con su familia fueron mensajes de Año Nuevo intercambiados por LINE. Unas 18 horas después de estos mensajes, ocurrió el devastador terremoto de la Península de Noto. A pesar de sus intentos de contacto, el hombre no recibió respuesta de sus seres queridos.
Inicialmente, los cuerpos de los suegros de Teramoto y de su segundo hijo, Shunki, fueron encontrados. La esposa, sus otros tres hijos y la familia de su hermano seguían desaparecidos, dejándolo en una espera angustiosa.
Visiblemente afectado, el hombre compartió con los medios una imagen de su vida familiar, recordando con cariño cómo sus hijos mayores, Ryusei y Shunki, habían organizado un viaje familiar el verano anterior, eligiendo Disneyland como destino. Shunki, quien había comenzado a trabajar en un restaurante de comida japonesa en Tokio, prometió llevar ‘osechi’, la comida tradicional de Año Nuevo, a la reunión en Anamizu.
El destino, sin embargo, tenía otros planes y transformó en una tragedia inimaginable lo que debería haber sido una feliz reunión familiar.
La búsqueda del equipo de rescate continuó, y aproximadamente 11 horas después de iniciada, la noche del 7 de enero, se confirmó el hallazgo de los cuerpos de su esposa Hiromi y su hijo mayor Ryusei, sellando la búsqueda de los diez familiares desaparecidos.
Conmovido por el dolor, pero resuelto a honrar la memoria de su familia, Teramoto declaró su firme resolución de no rendirse, de vivir en honor a sus seres queridos y de continuar luchando a pesar de la inmensa pérdida. En sus palabras, resonaba el eco de un amor familiar profundo y la fuerza para enfrentar los días venideros. (RI/International Press)