Como toda persona que visita Machu Picchu, la princesa Kako también cayó rendida ante los atractivos de la ciudadela inca.
“¡Qué vista tan espectacular! Siento una atmósfera maravillosa”, dijo a los medios mientras contemplaba desde una colina una de las siete maravillas del mundo.
Un guía turístico acompañó a la princesa japonesa durante su recorrido de alrededor de dos horas, informa Yomiuri Shimbun.
Kako estuvo en Cusco el fin de semana y las personas que pudieron estar cerca de ella destacan su sencillez, carisma y la permanente sonrisa con la que respondía a la gente que la saludaba.
Además de Machu Picchu, visitó el templo de Coricancha y la catedral de Cusco.
Estuvo acompañada por el arzobispo cusqueño, quien declaró a un medio peruano que la princesa había quedado “impresionada por la historia y los elementos artísticos de la catedral”.
La sobrina del emperador Naruhito está de visita en Perú para participar en la conmemoración de los 150 años de relaciones diplomáticas entre Japón y Perú. (International Press)