La embajada de Japón en Pekín ha recibido alrededor de un millón de llamadas molestas desde que comenzó la liberación al mar de agua tratada de la central nuclear de Fukushima el 24 de agosto, informa Kyodo.
En la mayoría de los casos, las personas que llaman critican a Japón por la liberación de agua o permanecen en silencio.
También hay personas que amenazan con bombas.
El gobierno de Japón ha pedido repetidamente a su par chino que enfrente el problema, que obstaculiza las operaciones de la embajada.
Sin embargo, la situación no ha mejorado.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino aseguró en una conferencia de prensa el viernes que China siempre ha protegido la seguridad de las embajadas, así como los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos extranjeros en China.
El número de llamadas hostiles superó las 40.000 el 25 de agosto, un día después de que comenzó el vertido de agua.
Recientemente la embajada ha recibido aproximadamente 15.000 llamadas molestas diarias. (International Press)
